Caminata nórdica, un deporte que suma adeptos en Mar del Plata

Se trata de un entrenamiento que permite ejercitar el 90% de los músculos y no tiene contraindicaciones. Casi un centenar de personas de entre 25 y 80 años lo practican en la ciudad.

2 de Septiembre de 2017 20:06

Por Redacción 0223

PARA 0223

Los amantes del deporte y la vida al aire libre tienen una nueva opción: la marcha o caminata nórdica, un deporte de resistencia que pueden practicar personas de todas las edades ya que no tiene ningún tipo de contraindicación. En Mar del Plata, ya son 80 las personas de entre 25 y 80 años los que eligen esta opción que permite entrenar el 90% de los músculos del cuerpo con la ayuda de un bastón en cada mano.

Las playas de La Perla, Constitución, Varese y las de la zona sur de la ciudad son algunos de los lugares en los que se practica. También se realizan salidas especiales durante los fines se semana a Balcarce, Laguna de los Padres, Miramar, Tandil y Buenos Aires, entre otros destinos. Si bien los escenarios naturales son los favoritos de quienes realizan la marcha nórdica, los recorridos urbanos también tienen su encanto y logran reclutar a medio centenar de personas.

La caminata nórdica tiene sus orígenes en la década del ’30: este tipo de entrenamiento era el que realizaban los esquiadores de fondo durante los meses de verano y otoño para estar en condiciones físicas durante el invierno. En Argentina se practica desde hace aproximadamente dos décadas y en Mar del Plata, particularmente, apenas 6 años.

En diálogo con 0223, Silvana Boudy, instructora de la Escuela Argentina de Marcha Nórdica, asegura que la experiencia es “única” y que, al ser al aire libre, se convierte “en una alternativa de entrenamiento para personas de todas las edades que buscan, no sólo ejercitar el cuerpo, sino también bajar el stress”. “También aumenta los niveles del colesterol bueno y disminuye el malo; ayuda a la prevención de la osteoporosis, la hipertensión y problemas de espalda, y fortifica el sistema inmunológico”, enumeró.

Durante la semana se ofrecen clases grupales en distintos puntos de la ciudad, de una duración de 75 minutos, tiempo el que se realizan ejercicios de elongación con los bastones. Tienen un costo mensual de 470 pesos e incluye el préstamo de los bastones que –aclaran- no son los que se utilizan para trekking y prácticamente no se consiguen en el país.

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