Alvarado fue esclavo de sus buenas intenciones

Esa idea de salir jugando aún con el resultado a favor, sin dividir la pelota, a veces puede salir mal. Y eso le pasó al "torito", que le ganaba bien a Villa Mitre, pero un mal despeje de Rago facilitó el empate definitivo.

El gol de Molina había abierto un partido complicado, y en el único error de la noche, lo pagó caro y se quedó con el sabor amargo. (Fotos: Diego Berrutti)

30 de Septiembre de 2017 21:59

Por Redacción 0223

PARA 0223

Sin jugar bien, pero teniendo el partido controlado, el sabor de la igualdad 1 a 1 ante Villa Mitre, es amarga para Alvarado. Porque el "torito" ganaba bien, no pasaba sobresaltos y no le habían generado situaciones que le generen dolor de cabeza. Sin embargo, con la suya, sus buenas intenciones, terminó pagando, falló en una salida Rago, Ledesma aprovechó y los bahienses se llevaron un punto de oro del Minella, por la tercera fecha de la Zona 1 del Torneo Federal A. 

La idea era repetir lo hecho ante Deportivo Roca y se cumplió a medias. Alvarado fue protagonista, tuvo la iniciativa, pero no tuvo mucha claridad a la hora de atacar y le costó llegar al arco de Tavoliere, salvo por un muy buen centro de Litre que Susvielles cabeceó apenas afuera. La respuesta de Villa Mitre no se hizo esperar, a su manera, con un pelotazo largo a espaldas de Mantia, Raúl Zelaya le ganó a Martínez, se lo sacó de encima con un enganche y remató al primer palo, donde respondió bien Juan Francisco Rago.

El partido era trabado, luchado, aburrido. El "torito" llegaba bien con la pelota dominada hasta tres cuartos de cancha, pero ahí se chocaban con la muralla tricolor. En ese contexto, el "torito" pudo romper el partido a su manera. Una buena jugada colectiva, pivoteó Albarracín para Ezequiel Riera que probó desde afuera, Tavoliere dio el rebote largo y Francisco Molina estuvo atento para definir de primera, suave, a un costado del "1" para comenzar la carrera del festejo de cara a su gente.

Con la apertura del marcador, el equipo hizo todavía más uso de su juego de control, con mucha posesión de pelota. Del lado de la visita, la única fórmula era la pelota larga para el corredizo Zelaya que se las ingenió para complicar a la defensa, aunque no tuvo compañía y apenas inquietaron a Rago en esa etapa inicial. Con el objetivo cumplido de tomar ventaja, el equipo de Giganti se fue en ventaja al vestuario y la visita con la preocupación de la desventaja y dos cambios obligados por lesiones antes del pitazo final de Marconi.

La tónica no cambió en el complemento, pero el agua que empezó a caer puso más rápida la cancha y le dio mayor dramatismo al juego. Pero el partido seguía jugándose en campo visitante y los de Priseajniuc buscando la pelota larga o remates lejanos. Y se empezó a caldear, Leandro García golpeó dos veces a Litre (una sin pelota)  y después le tiró una patada fuera de la cancha a Riera que reaccionó y Marconi coirtó por lo sano y mandó a ambos a las duchas antes de tiempo.

Si la cancha ya estaba grande, con un hombre menos por lado, dejaba todavía más espacios. Pero Alvarado no pasaba sobresaltos, Giganti iba a reacomodar el equipo con Filipetto, pero justo que esperaba para ingresar, falló Rago en la salida con los pies, los centrales quedaron abiertos y aprovechó Ledesma para definir bien, de zurda, lejos de las posibilidades del arquero y tirarle un baldazo de agua fría a todos en el Minella.

Después de la igualdad, le costó reaccionar al local. Y los bahienses se animaron, lo que hizo despertar al local que con el ingreso de Ezequiel Ceballos ganó en juego y en profundidad. Dos veces asistió a Francisco Molina que, en ambas, chocó con buenas respuestas de Tavoliere, aunque en la segunda hubo un claro empujón Formigo que el árbitro obvió. El entrenador se la jugó, mandó a Gonzalo Lucero por Mantia, dejó espacios pero sumó jugadores en ataque y todo era del local que no podía entrarle a un rival que hacía gala de su defensa. Y entonces, "Trapito" buscó sorprender desde afuera con un buen derechazo que se perdió cerca.

La clave estaba por el lado de Molina, y el hombre de Miramar llegó a fondo por izquierda, se tomó un tiempo y buscó un centro bajo para Albarracín y Susvielles, Tavoliere tapó pero dio rebote, el exFerro no pudo empujar, la pelota dio en la espalda del "1" y la contuvo casi sobre la línea cuando era el 2 a 1. El arquero visitante enfrió el partido cada vez que tenía un saque de arco y aumentaba la desesperación de los de afuera y los de adentro, que equivocaron los caminos en el cierre y se fueron con el sabor amargo de un empate por el que Villa Mitre poco hizo para conseguir.