Pigna: “Hoy seríamos una potencia, parecida a Estados Unidos”

El historiador presentó en Mar del Plata su biografía de Mariano Moreno y asegura que de seguir las ideas del abogado y periodista, junto a las de San Martín y Belgrano, la Argentina sería hoy un país más moderno y federal. “Si vas a Moreno vas a encontrar montones de respuestas para la coyuntura actual”, aclara.

14 de Enero de 2018 10:29

La presentación de Felipe Pigna como apertura del ciclo Verano Planeta en Mar del Plata ya podría tildarse entre los clásicos de la temporada. En esta oportunidad, el historiador presentó La vida por la Patria, una biografía de Mariano Moreno. "Había mucha necesidad de saber quién fue", dice Pigna, quien tilda a Moreno de un prócer "nominal": "una calle, un título de abogado, periodista".

Sin embargo, estudiar la vida de este prócer permite conocer a un hombre con ideas revolucionarias. De hecho, Pigna remarca que muchas de las ideas que José de San Martín aplica durante su gestión en Cuyo son tomadas de Moreno. Y, cree el historiador, si las riendas de la Argentina la hubiera tomado gente como Moreno, San Martín y Belgrano “hubiera sido un país claramente más moderno, probablemente una potencia como Estados Unidos”.

“Si vos vas a Moreno vas a encontrar montones de respuestas para la coyuntura actual”, concluye.

-Otro año en el arranque del Verano Planeta. ¿Qué se siente?

-Para mí es una gran alegría, una gran responsabilidad y es muy lindo. Mar del Plata se constituye en la Capital nacional del verano en la Argentina y lo que pasa acá es que vienen 1200 personas de todo el país y uno se encuentra de gente de Santiago del Estero, Mendoza, Santa Cruz, Entre Ríos, además de los locales. Es muy lindo el momento de la firma de libros que es cuando se corporiza el lector, un ser imaginario que cobra vida en ese momento. Siempre es muy lindo el ciclo Planeta.

-¿Qué expectativas tenés por este libro que había sido pedido por tus lectores?

-Las mejores. El libro anduvo muy bien. Estuvo tres meses primero y más importante que eso lo presenté en todo el país con muy buena recepción por parte de la gente. Es un personaje muy querido, aunque hay mucha necesidad de conocer quién es. Es un personaje casi nominal: de calle, de título de abogado, periodista, pero sin profundizar demasiado. Entonces e genera una necesidad de saber quién fue.

-¿Cómo se siente eso de "rescatar próceres"?

-Es una gran responsabilidad. Desde el momento de la elección del personaje hasta el tratamiento. Y por otro lado muy bien, es lo que a mí me gusta hacer, la gente agradece. Es muy importante la cuestión de la identidad, que la gente pueda tomar de estos personajes algún tipo de ejemplo, que empatice, que se saque de la cabeza la idea de que son gente distinta, superior. Porque eso imposibilita la ejemplaridad. Es muy importante reconocer en ellos a seres humanos falibles, sensibles, con males físicos, todo lo que tenemos nosotros.

-Es un personaje con ideas revolucionarias para la época. Ya venías de destacar ese tipo de ideas en San Martín y Belgrano. ¿Moreno es el menos reconocido de esa generación?

-Sí, primero porque no era militar. Ahí hay un déficit para la concepción general del héroe. Si no tiene estatua ecuestre... Los de Mariano Moreno son bustos en blibliotecas, en general. Y no mucho más que eso. Es una persona que no tiene día en el calendario oficial. Hay un día del politólogo, que es el día de su nacimiento, pero no más que eso. Y nadie se entera. El día de su muerte pasa inadvertido.

Me parece muy interesante el rescate del héroe civil. Nunca empuñó un arma, básicamente pensó la legalidad en el mejor sentido de la palabra. La ley, que era un elemento de conflicto y persecución para la mayoría, se transforme en un elemento de garantía. La Constitución te dé una tranquilidad que vas a ser igual a otro y vas a tener los mismos derechos y obligaciones.

La gran obsesión de Mariano es la Constitución y la Independencia. Y lamentablemente no los podrá ver, pero está muy presente. También lo jurídico, porque lo de abogado suena a defensor en juicios o un oficio. Pero en realidad se trata de un jurista que se ocupa mucho de modificar ese derecho colonial, de conquista, que legalizaba la servidumbre, la esclavitud.

-Más allá de no haber sido militar, por qué no es tan reconocido su aporte a la revolución.

-Porque representa a un tipo que sigue siendo incómodo. Cuando a mí me dicen Qué diría Mariano Moreno hoy sobre 2018. Esa es una mala praxis en la que no hay que caer. Yo no tengo derecho de hacerle decir a Moreno cosas que yo quiero decir. Pero te pudo garantizar que si vos vas a Moreno vas a encontrar montones de respuestas para la coyuntura actual. Fue una persona de una gran lucidez y tenemos una historia bastante dramática que muestra que las cosas que estaban por solucionarse en 1810 no han sido solucionadas, entonces hay una actualidad del pensamiento morenista alarmante, como lo hay también del pensamiento sanmartiniano y belgraniano.

-¿Cuál fue la influencia del Contrato Social de Rousseau en el pensamiento de Moreno?

-Enorme. Es un libro que él elige para ir traduciendo y adaptando semanalmente en La Gaceta, ese periódico tan moderno que funda. Entiende que es un libro disruptivo, donde se habla de los derechos de los pueblos, individuales, los derechos humanos. Lo dice en el prólogo: Si los pueblos no se ilustran se vulgarizan sus derechos. Fijate qué interesante la palabra vulgarizar sus derechos. Pretendía que todo el mundo conozca sus derechos. El Contrato Social, que es nada más y nada menos que la Constitución porque significa un enorme avance al contractualismo británico del Siglo XVII de un Locke, un Hobbs, que decían que hay un pacto social tácito de la comunidad. Acá hablamos de un contrato,un texto firmado, garantizado y rubricado, que es lo más parecido a una Constitución. Ahí ves como el tipo tiene un plan de acción. Por eso publica ese libro.

-Cuando presentaste el Gran Jefe te pregunté cómo hubiese sido argentina si San Martín llegaba a ser presidente. ¿Cómo hubiese sido el país con la conducción de San Martín, Moreno y Belgrano?

-¿Qué hubiera pasado? Tenemos una respuesta bastante clara que es el gobierno de San Martín en Cuyo, que se basa mucho en Moreno. Él, a partir de Monteagudo y Guido que son dos morenistas clarísimos, toma muchos elementos para su gobierno. La fundación de escuelas y bibliotecas, la preocupación por la sociedad. Todo tiene una fuerte impronta morenista.

-Tuvimos un ala progresista que no pudo avanzar.

-Hubiera sido un país claramente más moderno, probablemente una potencia porque estamos hablando de promover la industria, una distinta distribución de la tierra, una producción intensiva en el campo más que extensiva, fomento a la agricultura, el comercio. Hubiera sido un país muy importante, parecido a los Estados Unidos.

-¿En todo?

-Estados Unidos es un país admirable en su planteo económico interno. No hablamos para nada del horror de su imperialismo, sino de su concepción y su conformación socioeconómica que es altamente progresista. Evitar las grandes extensiones de tierra, distribuir la tierra entre pequeños colonos, el desarrollo de la industria.

-Es un país mucho más federal que el nuestro.

-Totalmente federal. El trazado de las líneas férreas que habla de un trazado en telaraña y no en abanico porque un país realmente federal. Muchas virtudes. Ellos, junto a Alberdi, Sarmiento, vieron en Estados Unidos el modelo a seguir. No quería decir avalar, de hecho cada uno se ocupó a su turno de criticar la política exterior de Estados Unidos, pero sí tenían una profunda admiración a la conformación socioeconómica de ese país.

-¿Qué le debemos nosotros los periodistas?

-Quizá uno de los pocos homenajes que se le hace a Moreno es el del día del periodista, por la fundación de La Gaceta, el periódico de la Revolución. Salía semanalmente por lo que no es un diario, es un periódico muy moderno, desde muchos puntos de vista. Desde la concepción periodística de traer un texto clásico a las novedades informativas de la revolución, a una sección con la que terminaba el periódico que era Memoria y Balance, donde se establecía hasta el centavo, cuánto ingresaba al erario público y cuánto se gastaba, con un epígrafe que decía Es bueno que los pueblos quieran que sus gobernantes obren bien, pero es mucho mejor que exijan que no puedan obrar mal. La forma de lograrlo es el control del erario público hasta el último centavo.

Además una genialidad y una modernidad extraordinaria de Moreno que es la lectura de La Gaceta obligatoriamente en los cuarteles y en la misa. En los cuarteles estaba concentrada la población masculina. El resto que quedaba afuera, mujeres, ancianos y niños, y por lo tanto los curas tenían la obligación de leer La Gaceta después de la misa. Buenos Aires era una ciudad con un 90% de analfabetos. Era el uso de las redes sociales de hoy, de un periódico que hubiera llegado a mil personas como mucho.

-Trascendiste a partir de Los mitos, que agrupaban distintas épocas de la historia argentina. Ahora estás dedicado a biografías. ¿Qué sigue?

-Tengo que seguir con Los mitos. Vengo trabajando fuertemente Mitos 6 que es un tomo complejo, que va de 1966 a 1976, un período muy complejo, muy apasionante, que no abandono. Y además, pensando la biografía de Alberdi. El género biográfico es apasionante que te permite además contar una época.