Un día en las playas públicas equipadas de Constitución y la Costa

20 de Enero de 2018 09:08

Por Redacción 0223

PARA 0223

Desde su inauguración, el 29 de diciembre pasado, las playas públicas de Félix U. Camet y la costa, completamente equipadas por la Provincia, se convirtieron en uno de los principales atractivos del verano 2018 en Mar del Plata. Es que cuentan con servicios de sombra, wi-fi, instalaciones sanitarias y entretenimientos para chicos y adultos totalmente gratuitos. 

Si no es en vehículos particulares, se puede acceder a esas playas a bordo de las líneas 221 y 581 o bien, a través dos buses de traslado –uno de ellos, descapotable- que dispuso el gobierno bonaerense y que parten todos los días de la rambla Casino (Boulevard Marítimo y Belgrano) desde las 10 hasta las 17, cada una hora. El regreso también es cada 60 minutos aunque a partir de las 18 –horario pico de salida de las playas- el servicio tiene una frecuencia de media hora y sólo se suspende los días de lluvia.

A la ida, el transporte toma por la costa, Diagonal Alberdi y avenida Independencia hasta Félix U. Camet, directo al destino final, sin paradas intermedias. Durante todo el recorrido, Ayelén, la guía turística, relata la historia de los inicios de la ciudad y de su transformación en el balneario populoso que hoy conocemos. Sólo el paseo, que tiene una duración de entre 40 y 45 minutos, es una experiencia interesante, sobre todo en el micro descubierto, desde donde es posible obtener hermosas panorámicas de la costa marplatense.

En caso de optar por el bus de traslado, es necesario armarse de paciencia y planificar la salida con tiempo: a pesar de que el primer servicio parte a las 10 de la mañana, la fila de gente que busca un lugar comienza a formarse hasta una hora y media antes. La escena se repite a lo largo del día ya que las dos unidades tienen 64 y 44 asientos y no se permite a los pasajeros viajar parados.

Dos preguntas contestan una y otra vez los coordinadores de los viajes: “¿es gratis?”, “¿hay lugar?”. “La gente no puede creer que todo sea gratuito entonces pregunta hasta estar segura”, cuentan.

En promedio, por viaje, el 50% de los pasajeros son turistas y el resto, residentes de todo el año que aprovechan el servicio y así evitan pagar un pasaje de colectivo, ahorro significativo en el caso las familias numerosas que buscan disfrutar de un día de playa. Algunos, incluso, utilizan el transporte para acercarse hasta el Museo MAR o el Asilo Unzué, en donde también se realizan actividades gratuitas.

Ya en la playa, es necesario redoblar la paciencia y mantener la calma: hay disponibles 500 sombrillas para 2000 personas pero, sobre todo los días mucho calor, la capacidad suele agotarse hacia el mediodía. Quienes ya conocen la rutina, se llevan sus propias sombrillas y reposeras y se acomodan cerca de la orilla del mar. Otros, esperan a que los que llegaron más temprano –la cola para agarrar un espacio de sombra arranca desde las 8 de la mañana-, abandonen su lugar para poder ocuparlo hasta que cae la tarde. Pero hay también familias más ingeniosas que envían un “representante” a primera hora para que reserve un lugar y luego va el resto, una alternativa que prefieren quienes llevan bebés o abuelos y no quieren exponerlos al sol del mediodía.

Las jornadas nubladas o de temperaturas más frescas, las playas equipadas de la zona norte de la ciudad son igualmente elegidas para pasar la tarde frente al mar. "El fin de semana pasado, que casi no salió el sol, la gente venía a tomar mate un ratito y se iba, y enseguida llegaban otros. Es decir, al final, tuvieron una ocupación similar a la de un día caluroso", aseguran.

Mate, sándwiches de milanesa o fiambre y bizcochitos, son elementos básicos de la canasta que llevan las familias a la playa. Si bien la mayoría llega con la comida y las bebidas compradas de antemano, en el balneario funciona un bar con características particulares: se ofrecen gaseosas, aguas saborizadas, galletitas o minutas a 35 pesos –es un precio simbólico y único- y todo el dinero que se recauda es donado a Fundami, la fundación del hospital Materno Infantil de Mar del Plata.

 

Las instalaciones cuentan con baños, duchas, lockers para guardar efectos personales –funcionan con una moneda de 1 peso, que luego se devuelve al usuario- y hasta una batería de puertos para carga de celulares. Incluso, hay un dispenser de agua caliente para el mate. Todos los servicios son gratuitos.

La limpieza y buen estado de las instalaciones, coinciden quienes se convirtieron en asiduos visitantes de esa playa, es una de las principales características del lugar, y se mantienen gracias a un exhaustivo control del personal de mantenimiento y seguridad, que observan y, si es necesario, le llaman la atención a quienes arrojan papeles, botellas o colillas de cigarrillos a la arena.

A partir de las 18 y hasta las 19.30, inclusive, la frecuencia de partida de los buses que llevan a la gente de nuevo al Casino es cada media hora para tratar de trasladar la mayor cantidad de gente posible. En el regreso, varía un poco el recorrido del micro: circula por Félix U. Camet, luego Independencia hasta avenida Libertad y desde allí retoma por la costa hasta Colón, luego dobla en Sarmiento y regresa por el Boulevard Marítimo al Casino Central.

Temas