“Deliberar mejora la democracia”

En un panel sobre construcción colectiva, un académico recomendó el diálogo para mejorar los resultados de las acciones al tiempo que los empresarios reflexionaron sobre cómo mejorar su imagen ante la sociedad.  

19 de Octubre de 2018 15:04

Por Redacción 0223

PARA 0223

El panel La construcción colectiva en modo beta planteó la necesidad de llegar a consensos colectivos para fortalecer la democracia, al tiempo que propuso que los empresarios deberían mejorar la construcción de su imagen de cara a la sociedad, ante una opinión pública que no los tiene muy bien conceptuados. 

Joaquín Navajas, profesor e investigador de la Escuela de Negocios de la Universidad Di Tella planteó el beneficio de tomar decisiones de manera colectiva para el fortalecimiento de la democracia en el marco del Coloquio de Idea. 

“La gente tiene una probabilidad de cambiar de opinión en cuestiones morales mucho mayor a la que suponemos. Subestimamos el poder del diálogo. Pensamos que el diálogo es una herramienta mucho menos útil de lo que realmente es”, aseguró el académico.   “Por eso es necesario crear espacio de deliberaciones. Es el único camino a un verdadero cambio cultural. Deliberar mejora la democracia”, enfatizó. 

Y para demostrar que hay un preconcepto en torno a los beneficios del diálogo, contó un experimento de del científico Francis Galton, quien “creía que la genética y solo la genética determina si una persona es inteligente o ignorante y que solo los inteligentes deben participar de las decisiones. Hasta que un día hizo un experimento que lo hizo cambiar de opinión. En ese experimento le pidió a 800 personas que adivinen el peso de un buey y quien estuviera más cerca, se quedaría con el buey. El promedio de todos los resultados dio una diferencia de tan solo 30 gramos”. 

Por eso la conclusión del experimento de Dalton es que hay información que está en la multitud pero que no está en ningún individuo. Y para demostrar que ese experimento es traspolable a otros grupos humanos hizo dos experimentos entre los asistentes. Uno con preguntas fácticas (cuánto mide la Torre Eiffel y cuántas veces repite Fito Paez la palabra “alegría” en su canción “Y dale alegría a mi corazón”) y otro con preguntas morales. 

En el primer caso se demostró que las preguntas grupales fueron más cercanas a la respuesta correcta que las respuestas individuales y en el caso de las preguntas morales, como no había una respuesta correcta se vio que hubo permeabilidad y flexibilidad en las ideas con las que habían llegado los asistentes.  

Luego fue el turno del moderador, José del Río quien presentó los resultados de una serie de encuestas sobre el rol de los empresarios en la sociedad, en la que la visión del común de la gente sobre el papel de los hombres de empresa fue negativa. A ese respecto, los empresarios reflexionaron y compartieron estrategias sobre cómo mejorar su imagen ante la sociedad.