En lo que va del año, cerró entre el 10 y 20% de los comercios de Mar del Plata

La devaluación, la caída del consumo, los tarifazos y la suba de los precios de los alquileres se convirtieron en un combo insostenible para el sector comercial, que hoy es uno de los más afectados por la crisis económica que atraviesa el país. En Mar del Plata, sin ir más lejos, entre el 10 y el 20% de los comercios cerraron definitivamente en el último año. Así lo confirmó a 0223 el titular de la Unión del Comercio, la Industria y la Producción, Raúl Lamacchia, quien además puntualizó que el de la avenida Juan B. Justo es el paseo de compras "más castigado".

"El comercio es el sector de mayor mortalidad y natalidad", dijo, y explicó que a la hora de hacer relevamientos se debe tener en cuenta que ocurre que "un local que cierra y al otro día abre otro". No obstante, sostuvo que "hay tendencia de caída de las ventas, con una aguda recesión y contribuye a que no cierren los números y los locales queden desocupados".

Más allá de la cuestión económica, Lamacchia aseguró que la inseguridad es otra de las problemáticas que "preocupa frecuentemente" en el sector. "Hemos tenido reuniones con la autoridades para lograr mejorar este tema, porque hemos visto que el aumento de lugares cerrados contribuye a aumentar la falta de iluminación y afecta a la seguridad del peatón", razonó.

En cuanto a cómo impactó la fuerte devaluación, Lamacchia evaluó que Mar del plata se verá "beneficiada" y será "mas competitiva con respecto a destinos internacionales" que quedarán fuera de los planes de los turistas por la importante suba que registró el dólar en los últimos meses. "Ya hay locales que han alquilado toda la temporada y eso nos da una señal que la temporada se presenta positiva", manifestó, optimista.

"Los precios ya han aumentado por la devaluación pero los comercios se han adaptado al mercado", afirmó y pidió prudencia a los comerciantes de cara al verano. "Tengan cuidado, manéjense con prudencia porque acá necesitamos apostar a la cantidad, que venga la gente y darles servicio; no (hay que) aprovecharse de una temporada que pinta muy bien y abortarla con excesivos precios que hagan que la ciudad sea cara", sugirió.