Las fotos de una noche agridulce para Alvarado

El sabor es agridulce. Las buenas sensaciones pasaron todas por el primer tiempo, cuando el equipo se acercó mucho a lo que pretende Mauricio Giganti en cuanto a movilidad, calidad de pases, precisión en velocidad, desequilibrio individual y colectivo y desbordes para asistir a delanteros y volantes que llegaron al área rival. En el debe, la falta de contundencia que tantas alegrías le dio en anteriores compromisos. En la segunda mitad, después del rápido empate de Cipolletti, el "torito" ya no volvió a ser el de antes, se volvió impreciso, cayó en el apuro que propuso la gente desde las tribunas y no tuvo claridad para atacar, aunque así y todo se las ingenió par generar ocasiones claras de gol.

El próximo miércoles a las 20, Alvarado visita a Villa Mitre en Bahía Blanca y, por eso, no tiene tiempo de descanso y este mismo sábado a la mañana retornará a los entrenamientos en los que habrá que ver cómo evolucionan Germán Mendoza y Cristian Canuhé, para saber si estarán a disposición. El que podría integrar la delegación y sumar algunos minutos, es Gonzalo Lucero, el neuquino que aún no vio acción en lo que va de la temporada por una serie de lesiones.