Piden ponerle un freno a la estigmatización de los inmigrantes y su "asociación automática" con el delito

La Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires realizó un importante pedido a los gobernantes bonerenses relacionado a la xenofobia contra los inmigrantes que generan en la sociedad muchas de sus decisiones.

"En momentos de crisis, muchos sectores políticos optan por reduccionismos que no constituyen una solución a problemas tan graves y complejos como la inseguridad y el narcotráfico, y hasta pueden agravar aún más la situación", sostuvo el defensor del Pueblo Adjunto de la provincia de Buenos Aires, Walter Martello.

Y en ese sentido, afirmó que reducir las políticas de Estado a cuestiones ligadas al lugar de nacimiento, o a la nacionalidad que figura en un documento de identidad, puede derivar en una sistemática violación de derechos. 

Según una estadística, en Mar del Plata sólo 2 de cada 100 jóvenes de entre 16 y 17 que están imputados por la Justicia Penal Juvenil son extranjeros. Y en la Provincia, esa cifra se reduce a 1. 

Por eso, Martello, quien está a cargo del Observatorio de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (NNyA) de la Defensoría del Pueblo bonaerense remarcó que "medidas similares a las que ahora se intentan instalar en la Argentina comenzaron a instrumentarse en Estados Unidos, generando una grave situación humanitaria".

A pesar de que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha dejado en claro que cualquier política migratoria respetuosa de los derechos humanos "debe evaluar, determinar, considerar y proteger de forma primordial el interés superior de la niña o del niño afectado", en los últimos meses, más de 2000 chicos fueron separados de sus padres a raíz de las deportaciones por haber cometido algún delito, tener la visa vencida u otros motivos.

Para el defensor es necesario "ponerle un freno a la estigmatización, la discriminación y la exclusión de las personas migrantes causadas por la asociación automática entre migración y delito".

"Los impactos de las medidas que apuntan a endurecer la política migratoria son enormes porque muchas veces intensifican los prejuicios, la segregación y los conflictos sociales. Y hasta pueden derivar en un aumento de la violencia. Sus efectos más profundos se sienten en grupos específicos, como las y los niños, niñas y adolescentes", concluiyó Martello.