Juan Gilardoni, el emblema de Nación: "Si lo soñaba no hubiera sido tan perfecto"

Es el capitán del campeón de la Liga Marplatense, le tocó ir al banco en los playoffs pero siempre tiró para adelante y cuando entró aportó lo suyo, como el gol que selló el 3 a 0 ante Urquiza y el final del partido que decretó el título de su club después de 66 años. 

El momento cúlmine. Roberto Fernández le entrega la Copa "Centenario Club Nación" a Juan Gilardoni. Los "Bichos azules" festejaron después de 66 años. (Foto: Diego Berrutti)

26 de Diciembre de 2018 09:26

Por Redacción 0223

PARA 0223

Decir Gilardoni, en el fútbol marplatense, es decir Nación. Porque todos los clubes tienen algún apellido que los identifique rápidamente y, en los "bichos azules", Juan Manuel Gilardoni, ni más ni menos, fue el encargado de levantar la copa que, vaya paradoja, llevó el nombre de "Centenario Club Nación". El volante central, con 25 años en la institución, cumplió el sueño de él y de toda su familia, festejó un título con el club del barrio y cortó una sequía que parecía interminable de 66 años sin vueltas olímpicas.

"Superé la novela de Martín Palermo", es lo primero que se le ocurre decir a Gilardoni, aún emocionado dentro del campo de juego, saludado por propios (casi todos) y extraños. Porque el Nación campeón tiene muchos jugadores identificados porque hace tres temporadas juegan juntos, llegaron a tres semifinales y tomaron un sentido de pertenencia. Pero hay integrantes del plantel que son puros de ahí. Sin dudas, el capitán (al igual que Leo Bernat), son los que más sienten el título por el amor al club que los vio nacer, crecer y donde forjaron sus amistades y pasaron gran parte de su vida.

"Ni en una película hubiera salido así", redobla la apuesta GIlardoni, que sabe que la fiesta fue completa. Porque tiene 20 años en Primera y apenas cuatro goles, que le toque entrar faltando minutos para la consagración y que aparezca en zona de definición, algo casi desconocido, que el rebote de Lalosevich tras el remate de Ogas le quede servido en la medialuna, que abra el pie para ponerla contra el caño izquierdo, comenzar la loca carrera del festejo, sin camiseta y que en ese mismo momento Marcelo Sanz decrete el final del partido y Nación se consagre campeón del Torneo "Norberto Eresuma", es el guión soñado para cualquier jugador de fútbol.

Pero nada fue casualidad, porque "trabajamos mucho para conseguir esto. Veníamos de tres semifinales seguidas, nos faltaba dar un paso más y ahora lo pudimos dar, pero siempre fuimos protagonistas, no es casualidad. En este campeonato fuimos de menor a mayor y encontramos el punto máximo en los playoffs. Este grupo se lo merecía más que nadie y estamos muy felices por darle esta alegría a los hinchas, a todos los compañeros y al club", explicó.

Los abrazos familiares eran interminables. "Vine a Nación por mi hermano más grande, pasamos años muy complicados, siempre le pusimos el pecho, por eso se disfruta mucho también por la familia, por mis viejos, por mis hermanos, por mi señora y mis hijos que son los que aguantan y apoyan que uno pueda seguir jugando", agradeció, sin dejar de destacar a todos los que son parte del título y que fueron importantes para lograrlo. "Hay mucha gente atrás de este equipo, Sergio y Matías Cajal, el "Flaco" (Javier) Soto, los compañeros, el cuerpo técnico, los dirigentes, esto es para todos", cerró el capitán, que no se queda con esto, piensa jugar al menos un año más y sueña con el bi.