Comenzó a regir la ordenanza que prohíbe que los jubilados hagan largas colas en los bancos

Desde el gremio de La Bancaria advirtieron que por la normativa, los bancos de Mar del Plata no han contratado mayor personal. “Solo tienen a disposición del cliente un libro de quejas”, resumió.

9 de Diciembre de 2018 10:41

Este lunes comenzó a regir en Mar del Plata y Batán la ordenanza que prohíbe que los jubilados permanezcan más de 45 minutos de permanencia en la cola de los bancos o que estén sentados una hora dentro del edificio.

La medida, impulsada por el concejal de 1País Ariel Ciano, apunta a que las entidades bancarias deberán informar a sus clientes del tiempo de espera así como de diversas medidas destinadas a una mejor atención de ese grupo etario.

Sin embargo, desde La Bancaria manifestaron cierta incertidumbre sobre el cumplimiento de la normativa, porque afirman, las entidades financieras de la ciudad solo han puesto un libro de quejas a disposición de los adultos mayores.

“Tenemos registro que han llegado los libros a algunos bancos pero no a todos. Y que incluso han llevado a la Defensoría del Consumidor esos libros para que los verifiquen. Es como un libro de quejas donde los jubilados que quieren exponer su reclamo, deberán poner la hora y la salida”, explicó el dirigente bancario Miguel Guglielmotti, en diálogo con 0223.

En ese punto, el actual titular de la CGT local razonó que a pesar de la tecnología que tienen los bancos para poder determinar fehacientemente la hora de inicio y atención del reclamo, “no lo van a utilizar porque los puede perjudicar a ellos ante un reclamo a la Defensoría del Consumidor, que es donde los jubilados pueden hacer el reclamo”, dijo.

“Tuvieron 60 días para realizar los cambios pertinentes pero hicieron poco y nada. No han tomado más empleados, principalmente en los bancos específicos de atención a esta franja etaria, como el Supervielle, Columbia o el Industrial de Azul”, subrayó.

Y agregó: “Estos bancos, algunos chicos u otros más grandes, no tienen espacio para que estén más de 100 personas sentadas. Incluso ante una emergencia, no cumplirían con requisitos de seguridad e higiene. Debería el Municipio controlar este tipo de cuestiones”, concluyó Guglielmotti.

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