Lo mandaron a detener y lo liberaron porque prometió reiniciar un tratamiento por adicciones

Está en libertad condicional desde hace un año. La condena es por dos robos que cometió cuando era menor. La pena vence dentro de cinco meses.

Olea había sido detenido por personal de la DDI.

20 de Marzo de 2018 14:06

Por Redacción 0223

PARA 0223

El incumplimiento continúo de las condiciones que dispuso la Justicia cuando le otorgó la libertad condicional en una condena a dos años y medio de prisión por robos agravados provocó que la fiscalía solicitara la detención de un joven de 20 años. Las tareas a cargo de personal de la Dirección Departamental de Investigaciones permitieron atraparlo en el barrio Libertad aunque tras la audiencia que se realizó en el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil se dispuso su libertad luego de que prometiera reiniciar un tratamiento por adicciones y respetar el domicilio legal propuesto.

El hecho desnuda las idas y vueltas de muchas causas judiciales y el mal uso de los recursos con los que cuenta el Estado provincial ya que ese trámite se podría haber llevado adelanto sin desplegar tres grupos operativos de la DDI para efectivizar la detención. Desde que el joven fue aprehendido en un domicilio en la calle República Arabe Siria al 1100 hasta que la Justicia dispuso su libertad pasaron apenas un par de horas.

Juicio, condena y libertad condicional

Juan Andrés Olea tenía 17 años cuando protagonizó dos robos agravados en 2015 –en uno de ellos utilizó una picana con sus víctimas- por los que fue juzgado en el Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil. En sintonía con el pedido que hizo oportunamente el fiscal Marcelo Yanez Urrutia fue condenado a dos años y seis meses de prisión.

El 1 de marzo de 2017 –tras estar detenido un año y ocho meses- se le otorgó la libertad condicional y se le impuso como reglas de conducta fijar un domicilio legal, someterse al control de Patronato de Liberados, tener una actividad laboral e iniciar un tratamiento por su adicción a los estupefacientes.

Atento a la continuidad de la ejecución de la pena –ya que la condena vence en agosto de 2018- el fiscal Yanez Urrutia confirmó que Olea abandonó el domicilio legal fijado, que no se acercaba mensualmente al Patronato y que abandonó el tratamiento que había iniciado en el Centro de Prevención de las Adicciones.

Ante esta situación el fiscal pidió revocar la libertad condicional y en virtud del incumplimiento solicitar su detención y captura. El 14 de febrero pasado se lo declaró en rebeldía y poco después el pedido de captura fue remitido a la DDI para lograr su detención. Con la orden de allanamiento en su poder, el personal lo detuvo en la casa de un familiar y lo trasladó para que se hiciera la audiencia con la fiscalía y la defensa oficial.

Las fuentes consultadas por 0223 confirmaron que en ese encuentro Olea dijo que había ido al Patronato de Liberados pero que no lo atendieron porque había mucha gente y que no dejaron registradas sus visitas. En el mismo sentido exculpatorio dijo que estaba trabajando con un tío y que se comprometía a reiniciar su tratamiento en el CPA.

Tras esa declaración la Jueza Silvina Darmandrail decidió otorgarle una posibilidad más y dispuso que esta semana debe llevar constancia del lugar de trabajo y del reinicio del tratamiento. “Si no lo hace solicitarán nuevamente su detención que derivaría en gastar nuevamente recursos para encontrarlo”, agregaron las mismas fuentes.