Penas en suspenso para comerciantes que golpearon a clientes que pagaron con dólares falsos

El Juez Fabián Riquert validó el acuerdo de juicio abreviado alcanzado por las partes. Deberán fijar domicilio y someterse al control del Patronato de Liberados.

Los hechos ocurrieron en el local ubicado en Santiago del Estero casi Peatonal. (Foto: archivo 0223).

8 de Marzo de 2018 19:53

Por Redacción 0223

PARA 0223

La pareja dueña de un comercio céntrico que hace más de dos años encerró en el local y golpeó dos jóvenes que pagaron mercadería con dólares falsos y evitaron que un empleado hiciera la denuncia fueron condenados a penas de dos años y ocho meses y tres años de prisión tras la realización de un juicio abreviado. La ejecución de las mismas queda en suspenso mientras cumplan varias reglas de conducta.

El hecho ocurrió el 15 de diciembre de 2015 cuando los responsables del local ubicado en Santiago del Estero al 1600 redujeron a dos jóvenes de 21 y 22 años que compraron productos electrónicos y pagaron con dólares falsos. Tal como informó oportunamente 0223, los comerciantes llevaron a ambos al sótano, los privaron de su libertad por más de cinco horas, los amenazaron con un arma de fuego y los atacaron a golpes de puño y patadas hasta que llegó la policía.

El acuerdo de juicio abreviado que se presentó en el Tribunal Oral en lo Criminal 3 también incluyó la agresión sufrida por un empleado del local que intentó retirarse del lugar tras concluir su jornada laboral. Los comerciantes –identificados como Javier Alejandro Caero y Vanesa Yésica Juárez-se lo impidieron mediante amenazas.

En el acuerdo suscripto por la fiscalía, los abogados defensores Martín Bernat y Eduardo Toscano y el particular damnificado Alejandro Borawsky se acordó una pena de tres años de prisión para el hombre y dos años y ocho meses para la mujer.

El Juez Fabián Riquert validó dejar en suspenso las penas impuestas “en tanto Caero y Juárez ajusten su conducta en libertad” a una serie de reglas. La pareja deberá fijar domicilio en la provincia de Buenos Aires y no mudarse sin comunicarlo previamente, además de someterse al cuidado y control del Patronato de Liberados.