Alvarado quiere seguir soñando

Desde las 17, el conjunto de Mauricio Giganti recibe a San Jorge de Tucumán buscando el triunfo que le permita avanzar a la próxima instancia. Si hay empate, definen por penales.

Waltee Erviti vuelve al once ritular luego de la contractura y buscará ser el eje de Alvarado.

8 de Abril de 2018 08:42

Por Redacción 0223

PARA 0223

Ganar y clasificar podría ser un envión anímico importante de cara a lo que viene, para volver a ilusionarse y dejar atrás aquella dolorosa derrota en Roca. Perder y quedar eliminado sería un golpe duro para un equipo que se preparó para estar más arriba y que debe volver a encontrar el funcionamiento, hacerse fuerte como local y buscar dar pasos firmes en los playoffs para ir por el ascenso. Desde las 17, con la vuelta de Walter Erviti, una "final"para Alvarado en el Minella ante San Jorge de Tucumán luego del 1 a 1 de la ida. El que gana sigue en carrera, el que pierde se despide y si hay empate definen desde el punto del penal.

Las presiones, las urgencias, las necesidades, salen todas a la luz cuando se llega a esta instancia. Porque nada de lo que pasó importa y hay 90' donde se pone en juego el trabajo de todo un año. Alvarado lo sabe y no le pesa, acepta las condiciones y buscará jugar contra el rival de turno y esos condicionantes externos que, al ser local, lo ponen primero en la lista de obligaciones.

En lo futbolístico, Mauricio Giganti apuesta a lo mejor que tiene a disposición, pondrá el equipo que iba a poner en Tucumán y debió cambiar ante la baja antes del viaje de Walter Erviti. Entonces, allá se la jugó más a la recuperación y el equilibrio, y en casa volverá al planteo ofensivo con un solo hombre de recuperación (Martín Palisi) y mucha compañía para el único delantero natural que volverá a ser Wilson Albarracín.

Tampoco metió mano Hugo Corbalán en el equipo tucumano. Al no recuperarse Juan Cabrera, repetirá los once del primer encuentro, un conjunto de mucha experiencia que buscará hacerla valer en el Minella, jugando con la desesperación de Alvarado, manejando los tiempos y esperando el momento para lastimar.