7 crímenes en 15 días sacuden a Mar del Plata

El asesinato del kiosquero Alejandro Torres cierra una oscura seguidilla que se inició con María López y Adolfo Ramírez el 22 de marzo. Salvo un caso en los que no hay pistas, todos los casos están esclarecidos y las homicidas conocían a las víctimas.

El crimen del kiosquero Alejandro Torres cerró una seguidilla de siete crímenes en 15 días. 

8 de Abril de 2018 09:04

Por Redacción 0223

PARA 0223

Alejandro Torres estaba en su polirrubro a una cuadra de tribunales, cuando Eduardo Amadeo Fernández ingresó y le asestó una puñalada en el cuello que lo mató. Se convirtió en el séptimo crimen en Mar del Plata en 15 días y, salvo en un caso en el que no hay mayores pistas, todos los presuntos homicidas conocían a sus víctimas.

El intendente Carlos Arroyo y su equipo repitieron hasta el cansancio la caída de la cifra de homicidios en Mar del Plata que se vienen registrando en los últimos dos años. Según los datos del Centro Municipal de Análisis Estratégico del Delito en 2017 hubo 35 homicidios dolosos, en 2016 fueron 41 y en 2015, 73.

 

 

Hasta el 22 de marzo, cuando la policía halló en el baño de un departamento el cuerpo sin vida de María López, encargada del edificio de Luro casi La Rioja, se habían producido siete homicidios en Mar del Plata. Siete en 81 días. Desde el 22 de marzo al 6 de abril hubo la misma cantidad.

“Es más fácil que te mate alguien que te conoce que alguien que no te conoce”, repiten los especialistas, en una consigna que se refleja en los últimos hechos. A excepción del mencionado caso de López que no tiene pistas concretas sobre el autor o los autores del crimen, en todos los otros casos las víctimas conocían a sus presuntos asesinos. Y, salvo un hecho, ninguno tuvo el robo como móvil.

El mismo día que apareció muerta María López, Adolfo Ricardo Ramírez fue asesinado por su propio hermano Armando Rubén Ramírez, en la peluquería que la víctima tenía frente a la casa de su madre.

El 23 de marzo, Rocío Pavón, que había sido baleada días atrás cuando estaba con otras personas en la puerta de su casa, murió en el Hospital Interzonal General de Agudos (Higa). Las tres personas que atacaron la vivienda a tiros se entregaron luego de que su imagen se difundiera en todos los medios de comunicación.

Tres días después, dos mujeres que vivían en una situación de vulnerabilidad social en una estación de servicio abandonada discutieron. Una sacó un cuchillo y apuñaló a la otra. Noelia Cornes murió.

El caso de Luis Quentas es el único que tuvo como móvil el robo. Pero no fue, como se dice en la jerga, al voleo. Federico Massan conocía a la víctima, sereno de un camping evangelista en Estación Chapadmalal y para cubrir su robo decidió quemar la casilla del sereno con él adentro. Quentas murió el 2 de abril, pero los investigadores ya habían llegado a la pista del presunto asesino, que todavía sigue prófugo.

Eliana Domínguez fue la primera víctima de un femicidio de 2018. Su expareja, Nicolás Mansilla, la esperó en la puerta de la casa de la joven, en el barrio Bosque Grande, y cuando bajó del colectivo, la atacó con un cuchillo.

Alejandro Torres cerró esta seguidilla de crímenes en Mar del Plata, que si bien está en plena etapa investigativa ya tiene detenido al presunto autor: se trata del taxista Amadeo Fernández, actual pareja de la exmujer del kiosquero.

Desde la Secretaría de Seguridad confiaron a 0223 que la situación les preocupa, aunque señalaron que este tipo de homicidios que se dan por conflictos personales previos son difíciles de prevenir desde el área policial.

“Preocupan los homicidios que han ocurrido en las últimas dos semanas en la ciudad. Muchas veces estos hechos de violencia se deben al alto consumo de drogas. Que desencadena incluso hechos de violencia intrafamiliar.  Lo vemos con estadística aportada por el Ministerio Público Fiscal. Mar del Plata está en una situación social complicada y tiene un elevado nivel de consumo en la población”, opinó la presidenta del Foro de Seguridad de General Pueyrredon Mónica Rizzo.