No más especulaciones: Sampaoli confirmó los 23 para el Mundial

El entrenador de la Selección argentina, Jorge Sampaoli, anunció la lista de 23 jugadores que buscarán hacer historia en el Mundial de Rusia 2018, con la lupa puesta en la recuperación del mediocampista Lucas Biglia y el defensor Gabriel Mercado de sus respectivas lesiones, a menos de un mes del debut ante Islandia por el Grupo D. La sorpresa de la convocatoria será el lateral del Torino de Italia Cristian Ansaldi, quien le ganó la pulseada a la polifuncionalidad de Guido Pizarro y a la experiencia mundialista de 2014 de Enzo Pérez.

Sampaoli, por caso, ya se había comunicado telefónicamente con Ansaldi (Torino de Italia) para que esté atento ante alguna complicación con Gabriel Mercado, pero al final se inclinó por dejarlo entre los 23. Otro que estará en Rusia 2018 por idénticos motivos que el ex Newell´s será el mediocampista de Independiente Maximiliano Meza, cuando todo hacía pensar que la figura de Racing, Ricardo Centurión, tenía un lugar asegurado en el avión.

Una semana después que a través de las redes sociales se dieran a conocer los 35 futbolistas "reservados" ante sus clubes, Sampaoli reducirá el número para iniciar la fase final de preparación, que comenzará el martes en Ezeiza, seguirá en Barcelona (España) y finalizará con un amistoso ante Israel en Jerusalén, antes de desembarcar en Rusia. Igualmente, como el plazo para entregar la nómina ante FIFA vence el próximo 4 de junio, puede haber modificaciones ante cualquier eventualidad en esta lista e incluso podrían ser convocados jugadores que no estuvieron dentro de los 35 iniciales.

Lo cierto es que Sampaoli llega con certezas al anuncio de esta nómina, más allá de las críticas por la polifuncionalidad de alguno de sus convocados e incluso la ausencia de algunos jugadores de buena actualidad, por encima de los "históricos". Pero en los hechos, apenas once -la mayoría titulares- de los 23 repetirán su participación de Brasil 2014, donde Argentina alcanzó la final luego de 24 años.

Se trata del arquero Sergio Romero, los defensores Marcos Rojo, Nicolás Otamendi, Gabriel Mercado y Javier Mascherano; los mediocampistas Lucas Biglia y Ángel Di María; y los delanteros Lionel Messi, Sergio Agüero y Gonzalo Higuain.

A ellos se les sumaría el mediocampista Ever Banega, quien quedó fuera del pasado mundial pero formó parte hasta último momento del plantel albiceleste.

Biglia y Mercado, entre algodones

Si bien restan tres semanas completas de trabajo, hay dos jugadores que dependerán de su evolución para estar a disposición y eventualmente dejar su lugar. Son Lucas Biglia y Gabriel Mercado, que en sus últimos partidos en las Ligas de Italia y España, respectivamente, sufrieron dolencias que encendieron la luz de alarma en el cuerpo técnico y médico albiceleste.

El caso del mediocampista del Milán sería el menos grave, pero el que más repercusión mediática tuvo, por haber sufrido una recaída en su lesión de las vértebras a partir de una dura entrada de otro argentino, Alejandro "Papu" Gómez. De hecho, Biglia se entrenó a partir del miércoles con su club y, si bien no fue tenido en cuenta para el último juego ante Fiorentina, estará el martes en Buenos Aires para ser evaluado in situ por los médicos de la Selección, que le recomendarán los pasos a seguir.

Lo de Mercado, se creía, iba a traer menos preocupaciones pero al evaluarlo en Ezeiza el viernes pasado, se optó por darle un mayor cuidado del dolor en el ciático, que puede ser más "traicionero". "Me asusté, no quería perderme el Mundial", reconoció el defensor del Sevilla al llegar este viernes al país para empezar a entrenarse con la Selección. Por eso, el exdefensor de River no viajó a su Puerto Madryn natal como preveía y se quedó realizando trabajos de kinesiología para demostrarle al cuerpo técnico que está en óptimas condiciones.

Respecto de las dudas que acarreaba el entrenador (un solo lugar principalmente), la polifuncionalidad de Marcos Acuña -el que más chances tiene de quedar entre los 23- le ganaría al despliegue de Diego Perotti y a la desfachatez de Ricardo Centurión.