Clínica marplatense implementa un protocolo para acelerar la atención en casos de ACV

"Siguiendo el protocolo, la probabilidad de detectar el ACV es del 72%", explicaron desde la Clínica Pueyrredon sobre Código Ictus, el sistema que están implementando.

23 de Junio de 2018 17:15

Por Redacción 0223

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La guardia de la Clínica Pueyrredon, ubicada en Jujuy 2176, implementó un protocolo especial para la atención de pacientes que lleguen con algún indicio de Accidente Cerebro Vascular (ACV), llamado Código Ictus. El objetivo de este procedimiento es evitar las demoras en el tratamiento para mejorar el pronóstico de la enfermedad (que los pacientes tengan menos mortalidad y menor discapacidad).

Cumpliendo con normativas de calidad de atención en salud, la clínica ha instituido lo que se denomina Triage, una modalidad que hace referencia a la categorización de los pacientes que asisten a la guardia de acuerdo a su situación de salud.

“Es un trabajo en conjunto entre médicos, enfermeros y administrativos. Cuando el administrativo pregunta por qué vino a la guardia y el paciente manifiesta tener dolor de pecho o está con un déficit neurológico focal (Código Ictus) se cataloga como rojo y no va a pasar por Triage, sino que inmediatamente es atendido por los médicos", explicó la Dra. Eugenia Caggiano, una de las coordinadoras de Guardia.

¿Qué es el Código ictus?

El ictus tiene lugar cuando una serie de patologías afectan a los vasos sanguíneos que suministran la sangre al cerebro. Estos accidentes cerebrovasculares tienen lugar súbitamente, por lo que diagnosticarlo de manera rápida y eficaz, asignando el tratamiento adecuado, es de vital importancia. Las Dras. Virgina Korol, María Emilia Clement y Eugenia Caggiano, coordinadoras de la guardia, hacen énfasis en la importancia de acercarse a la clínica ante diferentes síntomas: "Si una persona presenta asimetría en la comisura labial, trastornos para expresarse (habla) y/o debilidad en los miembros superiores o inferiores (brazos o piernas) se debe acudir a la guardia lo antes posible".

Una vez allí, administrativos y enfermeros capacitados pondrán en funcionamiento el protocolo para poder atender al paciente de manera inmediata, ya que cuando se desencadena un ACV, ya sea hemorrágico o isquémico, avanza muy rápido.

“Siguiendo el protocolo, la probabilidad de detectar el ACV es del 72%”, explicaron desde la clínica. Lo que no tiene que pasar es que un paciente con un ACV esté 30 minutos en la Guardia esperando a ser atendido. Para eso, el trabajo de los administrativos resulta determinante. Ellos tendrán que darles aviso a los enfermeros, y éstos últimos a los médicos, que deberán encontrarse con el paciente en menos de 15 minutos.

Una vez consumado el encuentro entre médico y paciente, el profesional de guardia, deberá activar el código Ictus, comunicándose inmediatamente con el médico de terapia intensiva y el neurólogo de guardia, quienes determinarán los pasos a seguir.

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