Solidaridad en el aula: chicos de una escuela secundaria tejen gorros de lana para personas que viven en la calle

Fue el resultado de un proyecto social de una materia de sexto año de la secundaria municipal 214. Ellos mismos se ocuparon de juntar la materia prima y aprendieron a hacerlos.

19 de Julio de 2018 08:14

Los chicos de sexto año de la escuela secundaria municipal 214, que funciona en Padre Dutto y Calabria, tejieron y donaron 35 gorros de lana para personas que viven en la calle. Todo surgió cuando la profesora de Economía Carla Gayo, responsable de la materia Proyectos organizacionales -que se dicta en el último año de la modalidad Administración y Economía-, propuso a sus alumnos trabajar en una iniciativa que tuviera un fin social.

Así, los 21 alumnos de entre 17 y 18 años elaboraron una lista de ideas que podrían concretar y por medio de una votación, resolvieron tejer gorros de lana para donar a personas que viven a la intemperie en Mar del Plata. “Primero trabajamos en la parte teórica: vimos en qué consistía un proyecto social, cuáles eran las etapas y cómo se llevaba a cabo. Después comenzamos a ver de qué manera conseguíamos los recursos para concretarlo y, entre todos, empezamos a pedir donaciones de lana”, contó la docente a 0223.

Una vez que lograron reunir la materia prima –tarea en la participó toda la escuela situada en el corazón del barrio Juramento-, debieron resolver otra cuestión fundamental: aprender a tejer. “Pedimos ayuda a madres, tías, abuelas, hermanas que nos enseñaron a tejer a dos agujas y al crochet, pero vimos que con la técnica de tejer con los dedos no sólo era más sencillo, sino que además los hacíamos más rápido: en 40 minutos teníamos el gorro terminado”, detalló Gayo, quien contó además con el apoyo de las docentes Natalia Lobaiza (Economía política) y Claudia Porretta (Literatura).

El proyecto solidario finalizó justo antes de que comenzaran las vacaciones de invierno, cuando un grupo de cuatro adolescentes, acompañados por la docente, entregaron los 35 gorros de lana a la Secretaría de Desarrollo Social para que los distribuya entre quienes los necesiten. Al regresar, compartieron con sus compañeros la alegría y celebraron el logro que demandó mucho esfuerzo, algo que ellos conocen bien: todas las mañana, de lunes a viernes, venden pasta frola y café para recaudar dinero y hacer un viaje de egresados, a un lugar que no sea tan caro, dicen.

Más allá del resultado que tuvo la iniciativa, para la profesora -que planea repetir la experiencia con otros cursos durante los próximos años- el proyecto “dejó entrever el compromiso de los chicos, que forman un grupo muy unido y que tiene los valores muy presentes”. Incluso, dijo Carla, la idea tuvo repercusión positiva en el resto de la escuela, por lo que no sólo tiene previsto continuarla sino también extenderla al resto de los cursos

Daiana Posada tiene 18 años y es parte de la veintena de alumnos que participó del proyecto solidario. La estudiante, que egresará a fin de año, tiene previsto estudiar el Profesorado en Economía y por eso desde hace unas semanas ya está inscripta en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de Mar del Plata. “Estamos todos muy contentos porque pudimos ayudar de alguna forma a personas que necesitan”, dijo, conmovida, en diálogo con este diario.

“Es fuerte porque hubo chicos que hicieron mucho esfuerzo para juntar la lana y aprender a tejer tampoco es tan fácil como parece. Estamos contentos porque pudimos hacer algo por otro que necesita ayuda”, concluyó.

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