La verdadera grieta: desde 2002 el techo de una escuela está partido y temen que se derrumbe

En 2002 las autoridades de la Escuela Secundaria 23, ubicada en Rivadavia y 14 de Julio, advirtieron por primera vez que una grieta atravesaba el techo del establecimiento. La cooperadora le pagó a un arquitecto para que lo estudie y luego un ingeniero de la Dirección General de Escuelas fue y dijo que no había riesgo. Eso sí: les advirtió que en el piso superior a la grieta nunca hubiese más de 30 chicos y sentados.

“Hizo el análisis de la grieta y dijo que estaba bien. Pero que en el tercer piso no se podía usar una parte de la estructura, que no hubiera más de de 30 personas, sin transitar, sin saltar, sin nada”, explicó Nélida Zarzuela secretaria del establecimiento.

Desde ese entonces, conviven con el temor de que en cualquier momento haya un derrumbe y se produzca una tragedia.

Es por eso que las autoridades del establecimiento están reclamando a las autoridades bonaerenses que realicen una evaluación correcta del estado del edificio. “Que identifiquen las falencias, las evalúen y nos digan si el informe es apto el tránsito de personas. Que pongan la firma y se hagan cargo del informe”, remarcó Zarzuela.

Hasta tanto esa situación no esté resuelta, los directivos de la escuela analizan la aplicación del plan de contingencia y continuidad pedagógica que consistiría en módulos, tutoriales y clases presenciales en el edificio del Anexo cito calle 9 de Julio entre Jara y Francia. 

A su vez, la secretaria del colegio recordó que en el plan de obras 2009 se incluyó la compra de un edificio en Belgrano y la vía para que funcione la Secundaria 23, que jamás se concretó. “Solicitamos que se tenga en cuenta eso”, reclamó.