La historia de la familia que se vino en un colectivo desde La Plata y ahora viven en él

Sergio (34) y María (25) se subieron al viejo colectivo Mercedes Benz y no lo dudaron: tomaron la avenida 44 hasta la autovía 2 y recorrieron los 370 kilómetros que dividen La Plata de Mar del Plata. Ese colectivo, desvencijado, con manchas de óxido, tiene dos piezas y varios colchones. Y así se convirtió en el hogar de esta pareja, sus cuatro pequeños hijos, el padre de él y su pareja.

Llegaron a Mar del Plata hace cinco meses porque María tiene una hermana en la ciudad. Atrás dejaron “problemas familiares” sobre los cuales Sergio prefirió no explayarse. Primero acomodaron el colectivo en la calle Ortiz de Zárate, pero era un lugar peligroso, por lo que decidieron “mudarse”. Así llegaron a un predio en Ratery al 500, donde detrás de unas casas de material a medio construir, los vecinos les permitieron instalar el colectivo para vivir allí.

Lo primero que hizo esta familia fue destinar algo de plata a contratar un equipo que limpiara el lugar. “Hice limpiar porque había mucha basura”, cuenta Sergio a 0223.

Todos los días, Sergio sale de su colectivo y se sube a la bicicleta para salir a revisar contenedores y juntar material para vender. Dice que con eso le alcanza para la comida. Ahora va por el techo.

En el colectivo viven los 8. “Es chiquito. Tiene dos piezas, y armé otra cama para que duerman ellos”, cuenta Sergio. Sin embargo, se esperanza con poder armarse una casa en ese lugar. “Los vecinos ya nos dijeron que no tienen problema. Y nos gustaría hacerlo acá, porque es tranquilo, nadie te roba. Necesitamos los materiales para empezar  a construirla”, señala.