El tiempo pasa, el conflicto vuelve

El 2019 comenzó para Arroyo de manera similar al 2018: con un conflicto que complicaba la vida diaria de marplatenses y turistas y la intervención del gobierno provincial para buscar una solución. La diferencia entre el conflicto con los municipales este año y el del manejo de la basura del año pasado es que la solución actual de provisoria. El ministerio de Trabajo bonaerense dictó por segunda vez la conciliación obligatoria para forzar a los municipales a retomar la actividad normal. La medida se tomó el 8 de enero por 15 días hábiles, prorrogables por otros cinco. El 5 de febrero, entonces, el STM quedará habilitado para volver a las medidas de fuerza si no hay un acuerdo antes.

Por estos días, en el gabinete de Carlos Arroyo saben que la calma que se vive puede no durar demasiado.

En la reunión de este martes en el Ministerio de Trabajo entre los funcionarios municipales y el Ejecutivo, formalmente, no se habló de una propuesta de recomposición. Se discutió de otras cuestiones que también forman parte de la agenda de la negociación paritaria. “No queríamos generar falsas expectativas”, señalaron desde el STM.

En rigor, el gobierno de Carlos Arroyo tenía previsto insistir con el bono remunerativo. En vez de los $5.000 que había ofertado la última vez, estaba dispuesto a ofrecer $7.000. Sin embargo, el sindicato anticipó que volvería a rechazar esa propuesta.

“El bono es por única vez. Lo cobraríamos en enero y en febrero nada. Y la paritaria de 2019 la comenzamos a discutir sobre el 32% de aumento en 2018 y no estamos dispuestos a eso”, señalaron desde el STM, que pretenden acercarse más a los índices de inflación que hubo el año pasado (47,6%).

También cuestionaron al Ejecutivo por cambiar las propuestas constantemente. “Un día dicen que dan retroactivo a octubre, otro que no pueden dar nada retroactivo. Después anuncian un porcentaje, después un bono. Así es muy difícil”, se quejaron.

Desde la otra vereda, obviamente, tienen una versión distinta. Dicen que es el STM el que no tiene voluntad de negociar. “Ya le hicimos ocho ofertas y dicen que no a todo”, sostienen y aseguran que “nunca hacen ninguna contrapropuesta”.

En el entorno del jefe comunal e incluso un poco más allá comienzan a ver que la política también está jugando en este conflicto. Y más allá del justo reclamo de recomposición salarial que realizan los municipales ven que hay una postura intransigente por parte del sindicato y que las medidas de fuerza perjudican a Mar del Plata, más allá del color político.

Más allá de esa visión, son más los funcionarios del entorno del intendente que quieren agotar todas las opciones para llegar a un acuerdo. En ese contexto, los más críticos al intendente comienzan a destacar el rol que juega el director de Protocolo Hernán Tillous.  

De bajo perfil, Tillous, un conocido empresario gastronómico de Mar del Plata, llegó a la gestión Arroyo por su cercanía con el entonces subsecretario de Relaciones Institucionales Mauricio Loria (hoy concejal) y el jefe de la bancada de Agrupación Atlántica Guillermo Arroyo.

Sin embargo, sin perder el perfil bajo que lo caracteriza, fue ganándose la confianza de varios interlocutores. “Forma parte de la mesa chica de Arroyo y le aporta sentido común, cuando muchas veces no abunda”, confesó un funcionario provincial que suele tener cortocircuitos con la gestión.  

Tillous, además, le aporta sus relaciones a la gestión comunal. “Lo podés ver comiendo con (Luis) Barrionuevo o con (Daniel) Angelici. Esos vínculos los pone a disposición del municipio. Y eso Fernando (Arroyo) lo valora”, señalaron desde el entorno del intendente. Incluso, algunos de los aspirantes a reemplazar al jefe comunal dentro de Cambiemos ya le anticiparon que lo tendrían en cuenta en una eventual gestión.

El funcionario es uno de los que está buscando las alternativas necesarias para que en dos semanas Mar del Plata no vuelva a estar en el centro de la escena por tener las calles sucias, los pastos largos y todas las dependencias paralizadas.