Aldosivi se trajo media clasificación de Rosario

Con un gran rendimiento colectivo, el "tiburón" le ganó con autoridad a Central por 2 a 0 en el partido de ida de la fase inicial de la Copa de la Superliga. El próximo sábado a las 13.15, la revancha en el Minella. 

El festejo de Aldosivi en el "Gigante de Arroyito". El "tiburón" hizo un partido completo y le ganó merecidamente a Central. (Foto: @DiarioOle)

15 de Abril de 2019 23:08

Por Redacción 0223

PARA 0223

De punta a punta. Aldosivi mostró una de las mejores (sino la mejor) de los últimos tiempos, manejó bien la pelota, consiguió profundidad con sus hombres de ataque, llegaron los volantes, fue equilibrado en el medio, pasó pocos sobresaltos en el fondo y cuando eso sucedió, estuvo Luciano Pocrnjic para ahogar el grito local y hacer un partido redondo para el "tiburón" que se impuso bien 2 a 0 sobre Rosario Central y tomó una ventaja importante en la ida de los 16avos de final de la Copa de la Superliga.

Si no hubiera sido por Jeremías Ledesma, que tuvo una actuación consagratoria y fue el único que se salvó del "incendio" canalla, el conjunto de Gustavo Álvarez se podría haber ido al vestuario con 2 ó 3 goles de diferencia y con un "Gigante de Arroyito" enardecido. Aún más que con el 1 a 0 con el que finalizó la primera mitad casi de casualidad, cuando Iritier capturó un rebote y probó al arco, la pelota se estrelló en el palo y como si fuera una mueca del destino, pegó en la espalda de Ledesma y se metió para darle un premio merecido a Aldosivi pero un castigo demasiado grande no a Central, sino al arquero que había sido el responsable de que el partido estuviera en tablas.

Ledesma se encargó en esos 45' iniciales de despertar el "uhhh" atrás de cada televisor en Mar del Plata. La primera demostró que iba a tener un gran noche, cuando realizó una notable doble tapada ante dos cabezazos a quemarropa de Federico Gino primero e Iván Colman después, y como si fuera poco reaccionando para cachetear al córner cuando el "28" llegaba para empujar. Enseguida, el que desbordó por izquierda fue Villalba, metió el buscapié, Caruzzo cerró al revés y casi la mete en contra de su arco. La mejor de las respuestas del arquero local llegó a los 36', cuando la jugada llegó por izquierda, terminó por derecha con la trepada de Nahuel Yeri que llegó en posición franca de gol, definió cruzado a contrapierna del "1" que corría desesperado hacia el primer palo y volvió de manera brillante para cachetear al córner.  Pero cuando se moría el primer tiempo llegó aquella jugada que comenzó con una excelente acción colectiva, el remate de Chávez que pegó en Iritier y que luego de una serie de rebotes le quedó al exTigre que remató fuerte, el palo y la fortuna que estuvo del lado de Aldosivi que se fue al descanso con una merecida ventaja.

Si alguien pensaba que luego de la estruendosa silbatina con la que se fue al descanso, Rosario iba a despertarse, se equivocó. Porque el complemento siguió siendo favorable a Aldosivi que ya no llegaba con tanta claridad pero era superior y estaba más cerca del segundo que el local del empate. Pero cada vez que pudo estirar la cuenta, Ledesma fue el encargado de mantener con vida a su equipo.

El partido se jugaba como quería el "tiburón" que era el dueño de las acciones, manejaba la pelota y salía rápido de contra sin poder finalizar bien las jugadas. Central era un manojo de nervios y tuvo el empate en un buen remate de Aguirre entrando por izquierda pero Pocrnjic dijo presente para sacar con esfuerzo al córner. El segundo tanto de los marplatenses también llegó de la forma menos pensada, con una aparición de Ezequiel Videla en el punto penal. El volante central, que había ingresado minutos antes, siguió la jugada de ataque, Chávez no pudo definir pero le cayó al "87" que se llenó la zurda para vencer la resistencia de Ledesma y sellar el 2 a 0, a la postre definitivo. Sólo hubo tiempo para un buen tiro libre de Aguirre que nuevamente encontró la respuesta del capitán portuense.

Aldosivi se vuelve con una sonrisa de oreja a oreja. Por el resultado, por una ventaja más que importante para la revancha y, sobre todo, por un rendimiento que ilusiona y que hacía mucho que no tenía.