Cada vez más juguetes en los kioscos de diarios y revistas: ¿Es el final del diario de papel?

Canillitas aseguraron que las ventas de periódicos impresos se desplomaron en los últimos años y que la manera en la que sobreviven es con publicaciones que vienen con extras de cualquier tipo. Los autos coleccionables o los que vienen para armar, separados en fascículos, son los más populares.

9 de Junio de 2019 19:50

Algunos dicen que el diario de papel no morirá jamás porque es una tradición y que en nuestro país se arraigó fuerte esa costumbre de hojearlo de principio a fin. Por su parte, hay quienes piensan que el matutino impreso está transitando sus últimos días, que ya no tiene sentido leer noticias de ayer cuando los portales de noticias en internet, se actualizan permanentemente, incluso los de las mismas empresas del diario convencional. Hay también una tercera posición que habla de una transición a una especie de semanario que salga los domingos pero con más opinión y análisis que noticias propiamente dichas.

Sea cual fuere el futuro de los diarios, lo concreto es que las ventas disminuyeron considerablemente en los últimos tiempos, al punto en que se produjo el cierre de numerosos kioscos de diarios y revistas, y los que quedan fueron mutando en los últimos 4 o 5 años en una especie de mini jugueterías, o pequeñas librerías con artículos de bazar. Autitos de colección, autos a escala que vienen en fascículos, utensilios de cocina, disfraces infantiles, réplicas de armas o pequeños juegos, es lo que predomina hoy en el los viejos kioscos.

Mar del Plata está llena de historias y costumbres que giran alrededor de los diarios de papel y los tradicionales kioscos, que datan de épocas en que la comunicación y los medios utilizaban, como mínimo, otros tiempos. “Noticias de ayer, extra, extra”, graficaban por entonces los Redonditos de Ricota, en una notable letra del Indio Solari para el disco “Un baión para el ojo idiota”. 0223 salió a recorrer algunos kioscos para tratar de entender cómo fue que se transformaron en pequeñas jugueterías.

Guadalupe es canillita en uno de los kioscos más concurridos, el que está en Luro e Hipólito Yrigoyen, frente al municipio, y ante la consulta de este medio digital sobre la proliferación de juguetes en exhibición, la mujer no dudó: “es por la baja cantidad de diarios que se están vendiendo últimamente, bajó un montón, en especial por la masividad de Internet, y la gente ya no lee tanto el diario. Los kioscos adoptaron esta medida para poder tener clientela”.

Según Guadalupe, hoy por hoy, en esa transitada esquina de la ciudad se venden “alrededor de 50 diarios por días y hace algunos años atrás, no muchos, se vendían fácilmente más de 100 y eso que se trata de una ubicación privilegiada”. “Las revistas lo mismo, hay gente que todavía las compra, pero bajó muchísimo la venta en general”, añadió. Para la comerciante “los juguetes salen bastante, a la gente les gustan, siguen las publicaciones, las colecciones les resultan muy atrayentes”.

Olga y su esposo atienden el kiosco de diarios y revistas de peatonal San Martín y Santiago del Estero, en pleno microcentro marplatense, en donde al igual que los otros kioscos, los juguetes y otros elementos relegaron al viejo periódico de papel. “Esto tiene un tiempo ya, -sostuvo la mujer- casi todas las revista traen algo, elementos de jardinería, las infantiles vienen con juguetes, muñequitos de la granja, herramientas y hasta utensilios de cocina, autos, relojes, lapiceras, en fin, de todo”.

Con respecto a los motivos de dicha situación, la mujer analizó que “todo lo que se publica en internet, que cada vez es mayor, hace que las ventas caigan, que las publicaciones en papel traigan algo adicional para que a la gente le llame la atención, es un gancho”. Si bien desde siempre hubo publicaciones que venían con algún tipo de coleccionable u objeto, según la mujer “desde hace 3 o 4 años se multiplicó.

La experimentada canillita sostuvo que “el diario se vende mucho menos que antes al igual que las revistas”. “Los jóvenes suelen optar por las colecciones para armar un auto o algo por el estilo, los que siguen comprando el diario son las personas mayores, aunque también lo hacen menos que antes”, señaló.

Aún más calificado para opinar al respeto está Tito Fara, canillita del kiosco de Luro e Independencia desde hace 50 años, siempre trabajando en la tradicional esquina, su único trabajo hasta el momento y heredado de su padre: “desde los 12 años que estoy acá, tengo 63, toda una vida en esto”.

Según el comerciante, “lamentablemente se fue perdiendo el tema del papel y las editoriales para subsistir y no venirse abajo están con este tipo de revistas, de autos, de colecciones, que son lo que nos permite sobrevivir en la actualidad”. Tito, que asegura que en una época “la gente hacía cola para comprar el diario”, remarcó que inclusive se están dejando de fabricar revistas de títulos importantes, “como la 'Susana' (revista de Susana Gimenez), que ya no viene más y otras tantas que van desapareciendo”.

En cuanto a la caída de las ventas, el kiosquero aseguró a 0223 que en esa esquina céntrica "llegamos a vender 1000 diarios y hoy no se llega a los 60 ejemplares, sumando a todos los que se publican, el de acá y los que vienen de Buenos Aires”.

No te sabría decir exactamente cuándo pero lamentablemente el papel tiende a desaparecer. Para la juventud, por ejemplo, el papel no existe. En estos momentos lo poco que vendemos es sólo a gente mayor, los pibes ya viven de otra manera, lo único que te puede comprar un muchacho es el Olé algún día clave”, concluyó el canillita.

 

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