Chicos de la escuela 78 realizaron un frazadazo: hace un año que no tienen calefacción

Los padres y directivos de la Escuela Primaria Nº78 realizaron un frazadazo a modo de protesta por las malas condiciones en las que se encuentran las instalaciones.

Griselda Velásquez, presidenta de la cooperadora de la escuela, contó que no hay calefacción en el lugar y remarcó que esta situación expone a los 309 alumnos a las bajas temperaturas del invierno.

El sistema de calefacción funcionaba gracias a dos calderas de uso domiciliario, sin embargo los padres advirtieron que “el año pasado las desconectaron, quedaron obsoletas y no tienen reparación”.

Esta problemática no es nueva: desde el 2012 hay problemas con la calefacción y desde entonces la cooperadora hizo lo posible por repararla.

Velásquez también expresó que, por las condiciones de la escuela, desde junio están desarrollando sus actividades con reducción horaria, “cosa que no sirve para nada en la educación”.

Además, hizo hincapié en que el Barrio Parque Independencia, donde se ubica la escuela, “es una zona fría y de barrios carenciados” en la que los chicos hacen el esfuerzo de ir a clase por sólo dos horas y en pésimas condiciones.

Otro de los reclamos es que más allá de que el presupuesto está aprobado, faltan empresas que quieran realizar la obra, ya que ninguna se presentó para tomar la licitación.

Velásquez reconoció saber que “cada uno mira su propio bolsillo y que este es un asunto de presupuesto”. Pero pidió también “pensar en los chicos, que si las empresas pelean entre sí, vengan y estén acá. Que venga cualquiera con un gorrito y un par de guantes, se siente en la mesa a tomar la leche como hacen los alumnos y vea si se puede concentrar”.

Por otro lado, la representante de la escuela dijo que la mampostería también es tema de agenda de los miembros de la cooperadora. La escuela funciona desde el año 2010 y desde su inauguración hay problemas. Los primeros inconvenientes surgieron con el desagote de los pozos. A lo largo de los años, surgieron más fallas, y en los últimos tiempos algunas cuestiones urgentes, como el desprendimiento de un balcón que da a la entrada del establecimiento.

Asimismo, existe una rotura en el techo que comenzó siendo pequeña y luego se extendió, lo que provocó la rotura del cielorraso; el laboratorio y la biblioteca resultaron los espacios más dañados. Esto se suma a las roturas en el piso del almacén de la cocina, que se generaron por pérdidas que tenía la caldera.

Ante la situación, Velásquez expresó: “Con los papás nos juntamos, hasta acá llegamos y nos queremos hacer escuchar. Tiene que ponerse el Estado donde tiene que estar”.