Calculadora en mano, los candidatos analizan de dónde sumar votos

Los siete candidatos a intendente buscan ampliar su base electoral.

25 de Septiembre de 2019 23:08

Falta un mes para la elección que definirá los nuevos mandos ejecutivos en la Argentina. Parece difícil, por la amplia diferencia que obtuvo el Frente de Todos, que haya sorpresas en la elección presidencial y en la del gobernador bonaerense. Sin embargo, quién será el próximo intendente de General Pueyrredon es un misterio aún no resuelto.

Con los resultados de las Paso en mano, los principales candidatos de la ciudad analizan los distintos escenarios que les permitirían sacar alguna ventaja en octubre. Todos creen que la definición será por un margen estrecho, por lo que aseguran que cada voto que puedan sumar puede ser el que, en definitiva, incline la balanza en las generales.

Fernanda Raverta fue la candidata más votada en las Paso del 11 de agosto, algo que la dejó muy bien posicionada de cara a octubre. Ese optimismo, además, se solidifica con las aplastantes victorias (preliminares, pero aplastantes) de Alberto Fernández y Axel Kicillof. Sin embargo, la candidata del Frente de Todos sabe que los puntos que sumó en las primarias no le alcanzan para convertirse en la primera intendenta de General Pueyrredon. Necesita ampliar su base electoral.

La primera meta de Raverta y su equipo de campaña es reducir el corte de boleta. Alberto Fernández sacó 40 puntos en Mar del Plata, por lo que la candidata a intendenta irá en busca de los 11 puntos que se fugaron hacia otros candidatos (mayormente a Gustavo Pulti). Desde hace algunos días, los afiches que visten la ciudad muestran la imagen de Alberto, Axel y Fernanda.

“Mucha gente creyó genuinamente que Pulti podía ganar. Hubo otros que tal vez no conocían tanto a Fernanda. Entendemos que esos votos los vamos a recuperar en octubre”, dicen desde el campamento de la diputada nacional. Apelan a que el voto útil (“es Raverta o Cambiemos”, remarcan) les permita sumar el apoyo de votantes que no los eligieron en agosto. Y también sacan a relucir otro argumento: muchos marplatenses la elegirán para que la ciudad esté alineada con los gobiernos nacional y provincial.

Obviamente, esa estrategia se verá robustecida cuando los candidatos desembarquen en Mar del Plata. Aún no hay fechas definidas para las llegadas de Alberto y Kicillof, aunque los dos se comprometieron con Raverta a venir, al menos, una vez durante la campaña. Los dos reafirmarán que la única candidata del Frente de Todos en Mar del Plata es Raverta, algo que seguramente también repetirá Sergio Massa este sábado cuando dé una conferencia de prensa junto a ella.

 

Pero no es la única estrategia que analizan en el Frente de Todos marplatense. Además de las actividades públicas, Raverta también mantiene encuentros con representantes de diversos sectores políticos y gremiales para sumar apoyos a su candidatura. En la última semana difundió imágenes con el exconcejal Fernando Maraude, quien en 2017 encabezó la lista de Florencio Radazzo, y con Edgardo Díaz, referente del partido Concertación Forja.

También mantuvieron charlas con radicales que no ven con buenos ojos la candidatura de Guillermo Montenegro, aunque en este caso no hubo manifestaciones públicas de ninguna de las partes.

“No importa si son muchos o pocos votos. Nosotros buscamos fortalecer nuestro espacio y sumar la mayor cantidad de adhesiones posibles, porque queremos que todos se sientan parte”, señalan desde el entorno de Raverta.

Además, cuentan otro factor que, entienden, los beneficia en la carrera por la Intendencia: el tiempo. En el ravertismo ven que las erráticas decisiones del gobierno nacional permitirán que tanto Alberto Fernández como Kicillof ampliarán la ventaja. “Si ellos crecen nosotros también. Y la lógica es que Montenegro caiga”, razonan.

En Juntos por el Cambio también trabajan con la calculadora en la mano. En la última semana, terminaron de concretar un acuerdo en el que trabajaron desde el mismo 11 de agosto, cuando Guillermo Montenegro derrotó a Vilma Baragiola en las Paso: el apoyo de la Unión Cívica Radical.

Las reuniones y las charlas con los distintos sectores del partido centenario se vienen dando desde el mismo lunes pos elecciones. Pero uno de los pasos más concretos se dio hace dos semanas, cuando la gobernadora María Eugenia Vidal desembarcó en Mar del Plata. La noche anterior a las actividades de campaña, la gobernadora y varios de sus ministros más importantes cenaron en una parrilla local con Montenegro y algunos colaboradores. En esa mesa también se sentó Maximiliano Abad, el jefe de la bancada de diputados que tras la derrota de Baragiola se perfila para ser el principal referente del radicalismo marplatense.

 

Durante esa cena, el primer candidato a diputado provincial por la Quinta Sección Electoral garantizó el apoyo a la candidatura de Montenegro. Ese acuerdo se cristalizó en los últimos días con una reunión entre el exministro de Seguridad y el presidente del Comité Radical Ariel Martínez Bordaisco, dirigente del riñón de Abad. Y tuvo un segundo paso este miércoles cuando Montenegro difundió una foto con Sebastián Puglisi y Emilia Brahim, durante una recorrida por el Centro de Formación Profesional 1. Todo indica que, de ganar la Intendencia, el primero se hará cargo de la Secretaría de Educación Municipal.

Con estos gestos de adhesión, en el equipo de Montenegro creen que podrán conservar para Juntos por el Cambio buena parte de los 14 puntos que sacó Baragiola en la Paso. El desafío que genera esta tarea fina es que no se desarmen los otros acuerdos que tejió Montenegro previo a las Paso. “Siempre hay tensiones, pero tratamos de explicarles a todos que necesitamos de todos para ganar”, indican.

En estos días también celebraron otro hecho político. “El gobierno de Macri fracasó”, disparó Carlos Arroyo en uno de sus habituales contactos con la prensa. “Mientras más despegue de Macri y Vidal mejor para nosotros. María Eugenia sacó 40 puntos en Mar del Plata y hasta ahora está conservando el caudal electoral. Con ese porcentaje ganamos la Intendencia”, analizan cerca de Montenegro.

Un escalón más abajo se encuentra Gustavo Pulti. El líder de Acción Marplatense confía en que puede ganar la elección y volver a ser intendente de General Pueyrredon. Los 17 puntos que obtuvo en las Paso estuvieron por debajo de lo que él y su equipo pronosticaban, pero por encima de lo que muchos le auguraban.

“Hay tres jugadores en la cancha. Pudimos romper la grieta”, afirman desde el entorno del jefe comunal. Saben que el desafío, ahora, es aumentar el volumen electoral de cara a octubre. Para ello, lo primero que busca instalar el exintendente es que las elecciones nacionales y provinciales ya están resueltas. “Alberto Fernández será el próximo presidente y Axel Kicillof será el gobernador. Ahora hay que elegir intendente”, aseguran, en la misma línea de la campaña que sacaron a la calle.

Con esa premisa, en el pultismo están convencidos de que Montenegro tendrá dificultades para potenciar su campaña. “Él proponía un Cambiemos más puro y un alineamiento con provincia y nación. Ahora esa campaña es imposible porque no habrá Cambiemos en provincia y nación”, explican desde Acción Marplatense, mientras ven que la disputa será entre ellos y Raverta.

 

Como los dos partidos mayoritarios, en el pultismo también creen que una buena parte de los votos radicales que fueron a Vilma Baragiola pueden terminar en su boleta. “Sabemos que va a ser una elección difícil, pero somos los únicos que damos a conocer propuestas concretas”, se ufanan.

Muy por debajo, vienen Carlos Arroyo (Agrupación Atlántica) y Santiago Bonifatti (Consenso Federal). El actual intendente parece profundizar la estrategia de despegarse de Juntos por el Cambio. Cree que la mala gestión del presidente y la gobernadora fueron un ancla que lo hundió en las paso y que si logra sacársela de encima saldrá a flote. Tal vez pueda recuperar algún puntos de su histórico núcleo duro de votos, pero la teoría del jefe comunal está más fundada en su optimismo que en posibilidades concretas.

Bonifatti, en tanto, aguarda una visita del candidato presidencial Roberto Lavagna para captar votos de un electorado marplatense que, a priori, podría tener afinidad con el exministro de Economía. Mientras trabaja para que se concrete (en las Paso no lo consiguió), comenzó a profundizar su alianza con el Socialismo, un partido con una larga trayectoria en Mar del Plata.

En el último pelotón quedan Alejandro Martínez y Marisa Zizmond, ubicados en los dos extremos del arco ideológico. El candidato del Frente de Izquierda buscará profundizar su discurso antisistema. La izquierda viene planteando que el gobierno de Macri trajo fuertes desdichas a los argentinos, pero alertan que Alberto Fernández no será distintos en temas centrales.

Zizmond, representante de la derecha, basó toda su campaña en la defensa de las dos vidas. Con ese discurso logró superar el 1,5% que requiere la ley para poder participar en las generales, más de lo que muchos esperaban, por lo que se puede presumir que seguirá por esa vía.

Las cuentas y los análisis sirven hasta cierto punto. Todos los candidatos saben que por más estrategias que desplieguen el domingo de la votación los ciudadanos entran solos al cuarto oscuro y eligen. Ese día sabremos quién fue el que mejor interpretó las necesidades de los marplatenses y las exigencias de estos tiempos. Que no son pocas.