Por diversas irregularidades, clausuraron el balneario Luna Roja

Efectivos policiales y agentes municipales constataron anomalías en el complejo de cabañas, en el restaurante y los dormis. Tal como se denunció en otras oportunidades, el concesionario del balneario se encontraba en infracción.

21 de Enero de 2020 16:59

Por Redacción 0223

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A raíz de una serie de denuncias que realizaron vecinos y asambleístas de la zona sur de Mar del Plata, este martes se procedió a la clausura de algunas instalaciones de la Unidad Turística Fiscal “Playa Bonita”, más conocida como "Luna Roja".

Efectivos de la Policía Ecológica e inspectores de la Municipalidad de General Pueyrredon se hicieron presentes en el predio del kilómetro 542 de la ruta 11 en donde constataron algunas anomalías en el complejo de cabañas, en el restaurante y los dormis que se encuentran sobre el acantilado.

Además, también se comprobó la existencia de desagües cloacales no declarados provenientes del complejo de cabañas que desembocaban en las aguas del arroyo Lobería. El estado "deplorable" del riachuelo fue motivo de reclamo en una de las tantas manifestaciones que se realizaron en las últimas semanas.

De esta manera, tal como expusieron vecinos particulares e integrantes de la Asamblea de Vecinos y Vecinas del Sur, Asamblea ¡Salvemos Paradise! y Asamblea por los Espacios Públicos del Faro de la Memoria ante el Ente Municipal de Turismo (Emtur), el Concejo Delibearnte y la Dirección de Hidráulica de la Provincia de Buenos Airesel balneario que administra Horacio Ipucha se encontraba en infracción.

En distintas oportunidades, se llevaron a cabo protestas para exigir el saneamiento del arroyo Lobería, repudiar el avance del sector privado sobre el público, la construcción de cinco cabañas ilegales y rechazar la destrucción de un monumento que recordaba a cinco personas asesinadas el 2 de agosto de 1978 en el paraje durante la última dictadura cívico militar. El último domingo, los vecinos reabrieron un paso de la ruta interbalnearia Nº 11 que permanecía interrumpido, luego de cortar un alambrado.