Volvió el fútbol, volvió la alegría

Es una prueba piloto muy importante y pone mucho en juego. De acuerdo a cómo se desarrolle todo durante este certamen, se podrá saber cómo seguirá la actividad a lo largo del año y, por eso, desde los clubes y la organización, la vuelta del fútbol infantil se llevó adelante de manera prolija, con muchos cuidados y los protocolos cumplidos a rajatabla en cada una de las canchas de la ciudad.

La alegría de los chicos y los profes por volver a competir luego de algunos meses de entrenamientos algunos y sólo unos pocos días otros, la satisfacción de los padres por sacar a sus hijos de adentro de la casa y verlos correr al aire libre disfrutando lo que más les gusta. Todo eso, se vivió durante dos jornadas en Mar del Plata, con el arranque del Torneo de Verano MDQ, que significó el regreso del fútbol oficial en la ciudad. 

Con seriedad, compromiso de todas las partes, el día 1 fue todo muy organizado y salió dentro de lo planeado. Para empezar, el protocolo indica que no se juntan dos partidos en el mismo horario. Por el momento, no hay choques en simultáneo en cancha de 9 y cancha de 11, sino que está todo dividido por horarios y con un espacio de media hora entre juego y juego, para permitir que se retiren los que finalizaron y, recién ahí, ingresen los futbolistas y los espectadores.

En cuanto al público, indispensable más que nada en las categorías más chicas, se dispuso que el ingreso a los estadios sea por lista y que la compra de la entrada es anticipada. Cada club tiene hasta el día jueves para presentar una planilla de cada una de las categorías con nombre, apellido y DNI de los que irán a ver el partido y sólo ellos podrán entrar a la cancha. En caso de olvidarse o querer ir a último momento, no se puede, porque no hay venta de tickets en las canchas, para también tener un control más certero de la cantidad de personas que hay en el predio.

Después empezó a rodar la pelota. Algunos ganaron, otros perdieron, también hubo empates, pero el que ganó fue el fútbol, los chicos, los profes, los clubes. Hoy lo más importante, lo que se festeja, incluso más que los goles, es que nos acercamos a la normalidad y todos empiezan a disfrutar de hacer lo que más les gusta, después de casi un año sin poder ir a jugar con los amigos.