Piden prorrogar una ordenanza que prevé que de cada 3 nombres nuevos de calles, 2 sean de mujeres

Desde hace diez años, en Mar del Plata se encuentra en vigencia una curiosa ordenanza que establece, en principio, que para las nuevas denominaciones de calles se tome como criterio que, de cada tres nombres, dos correspondan a mujeres y el tercero, a un hombre. En concreto, la normativa municipal Nº 19901, promulgada el 27 de agosto de 2010, apunta a lograr el “equiparamiento entre la mayoritaria diferencia de nombres masculinos sobre femeninos que hoy conforma la realidad de nuestra ciudad”. El mismo criterio debía seguirse en el caso de avenidas, parques, paseos, jardines, plazas, plazoletas, rotondas, barrios, parajes o cualquier otro espacio público de dominio municipal.

La idea inicial era que, una vez cumplido el plazo de una década, comenzaran a alternarse nombres femeninos con nombres masculinos, es decir, uno y uno. Lo cierto es que hasta el momento se desconocen los resultados de la aplicación de la medida, lo que originó un pedido de informes de la concejala Paula Mantero, quien además busca que se prorrogue por otros cinco años o, al menos, hasta que se cumpla con el propósito original de la iniciativa.

“Las ciudades expresan espacial y arquitectónicamente un orden social interno. Las componen sus habitantes, sus casas, sus plazas y edificios. Cada ciudad escribe libros sobre su historia, aunque son escasas las publicaciones sobre la ciudad hechas desde la perspectiva de las mujeres”, advirtió la legisladora de Acción Marplatense entre los argumentos de un proyecto de ordenanza que presentó en los últimos días. 

En ese sentido, Mantero reflexionó que “la historia oficial ha puesto el acento en los grandes acontecimientos y en los hombres de la historia, sesgando y ocultando la participación de las mujeres que, aún en un marco de discriminación, han tenido roles destacados y han sido olvidadas injustamente”, tras lo cual consideró fundamental incorporar en la ciudad los nombres de mujeres que hicieron aportes relevantes en tareas comunitarias, al arte, la cultura, la ciencia, la política y el reconocimiento de los derechos de las mujeres. 

La concejala hizo hincapié en que al momento de sancionarse la ordenanza, apenas el 7% de los 1316 topónimos que existían en Mar del Plata correspondía a mujeres. “Es importante comprender que cómo definimos, diseñamos y nombramos la ciudad también genera condiciones de igualdad o agranda la brecha entre varones y mujeres”, evaluó por último.