Verónica Leuci, la investigadora que analiza la literatura feminista durante el franquismo

Leuci analiza las figuras de algunas poetas que en la dictadura española, levantaron la voz y pidieron el turno de palabra.

Verónica Leuci es Profesora y Doctora en Letras egresada de la Universidad Nacional de Mar del Plata

26 de Abril de 2021 09:09

Por Redacción 0223

PARA 0223

Como cada lunes, el Conicet Mar del Plata presenta Selficiencia, una propuesta para conocer a los científicos y científicas de nuestra ciudad en primera persona.

¿Quién sos?

Me llamo Verónica Leuci, tengo 39 años. Soy Profesora y Doctora en Letras egresada de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Soy Investigadora asistente del Conicet y docente del Departamento de Letras de la Facultad de Humanidades, de la UNMDP, en el cargo de Jefa de Trabajos Prácticos en Literatura y cultura españolas II (contemporánea). Pertenezco al grupo de investigación dirigido por la Dra. Laura Scarano, “Semiótica del Discurso”, y mi lugar de trabajo es el Centro de Letras Hispanoamericanas (Celehis) y el Inhus. Estoy en pareja y soy mamá de Violeta, de cuatro años. 

¿Qué haces? 

Soy profesora en el Depto. de Letras de la Unmdp, donde doy clases de Literatura española contemporánea y también seminarios de grado o posgrado sobre temas relacionados prioritariamente con la teoría literaria y la literatura española. Me dedico también a la investigación a partir de mis cargos en Unmdp y en el Conicet, con proyectos vinculados sobre todo con la poesía, a partir de diversas aristas o focos de interés a lo largo de los años: la autobiografía, el humor, la memoria, la escritura poética femenina, etc.

También, una parte importante de mi tarea es la de dirigir o codirigir a becarios/as, adscriptos/as, ayudantes o pasantes que estén comenzando su camino en la investigación, por lo cual me dedico a acompañar y guiar en sus tareas, lecturas y proyectos a estudiantes y becarios/as. En la actualidad, llevo adelante un proyecto dedicado a estudiar la escritura poética femenina durante el franquismo, en la posguerra española. Así, estudio por ejemplo las voces congregadas en la única tertulia femenina que tuvo lugar en ese contexto, en los años 50, “Versos con faldas”, y me detengo particularmente en las figuras de algunas poetas que, en ese marco de dictadura, fuertemente patriarcal, fascista y militarizado, levantaron la voz y pidieron el turno de palabra, buscando eludir de modo contestatario el espacio al que se las confinaba, como “ángel del hogar”, es decir, relegadas a la domesticidad, en un lugar de sumisión y pasividad.

¿Por qué lo haces?

Estudiar la literatura significa no solo leer los textos literarios, sino exceder lo estrictamente textual para establecer diálogos con otros discursos y contextos: con la historia, con la política, con lo social, con el tiempo y espacio de producción y publicación, etc. La idea es pensar la literatura como un hecho eminente y decididamente social y cultural, conectada con sujetos, con cuerpos, con ideologías, con memoria y también con silencios. Leer literatura es pensar entonces también al mundo, a los hombres y a las mujeres.

En particular, el proyecto que llevo a cabo en la actualidad me permite reflexionar y establecer filiaciones y contactos con debates de gran vigencia, que están en el centro de la escena en la actualidad, como los estudios de género y el feminismo. Leyendo la escritura de mujeres que escribieron hace más de medio siglo (e incluso antes, durante la Segunda República o en el siglo XIX), en España pero también en Latinoamérica, se pueden advertir lazos y búsquedas antiguas que siguen vivas, más allá del tiempo o los espacios, en la agenda local y también global. Como un espacio de resistencia y de reivindicación común que está en el foco de la agenda actual, pero que tiene raíces lejanas y profundas.

La escritura, el arte, la ficción, frecuentemente nos revelan cuestiones de la realidad que de otro modo pasarían desapercibidas, o que estaban ocultadas o silenciadas,  y nos ayudan –me ayudan- a encontrar una mirada nueva y respuestas posibles para viejas inquietudes y preguntas clásicas.

¿Cuál es el impacto de tu trabajo para la sociedad?

En la década del 90, los escritores e intelectuales españoles L. García Montero y A. Muñoz Molina publicaron un libro llamado “¿Por qué no es útil la literatura?”, un título cargado de gran ironía que dialoga con un famoso texto anterior de Sartre y S. de Bauvoire, ¿Para qué sirve la literatura?. Esta interrogación fuertemente irónica que eligen como arranque de sus reflexiones funciona para poner el foco del debate en la palabra “utilidad”, un concepto asociado a lo económico y al capitalismo que parece, entonces, alejado del mundo de la literatura y el pensamiento.

Dicen los autores: “la cara económica que define nuestras costumbres sociales ha identificado utilidad con negocio, con ganancia rápida, llegándose incluso a cargar de carácter negativo el concepto de utilidad, sobre todo en el arte, ya que la belleza y la profundidad humana han venido siendo los primeros sacrificados en el utilitario negociante de las sociedades industriales.  […] ¿es útil conocerse, entenderse con uno mismo, tener más datos sobre las reglas del juego de nuestra propia existencia?. Y citan al filósofo Kant, en Observaciones sobre el sentido de lo bello y lo sublime, cuando señalaba que “es corriente denominar sólo útil a lo que satisface nuestra más grosera sensibilidad, lo que puede proporcionarnos abundancia en la comida y en la bebida, lujo en el vestido y los muebles y esplendidez en la hospitalidad, aunque no comprendo por qué lo deseado por mis más vivos sentimientos no se ha que contar igualmente entre las cosas útiles”. 

La literatura y las humanidades en general permiten leer y posicionarse de modo lúcido frente a los hechos cotidianos y la realidad, para pensar y conocer el mundo con otros ojos, con conciencia, buscando el revés de las cosas, deshaciendo trampas o desmantelando lugares comunes.  A diferencia del papel de simples espectadores, consumidores o usuarios de la televisión y las redes sociales, la literatura, el arte, en sus diversas manifestaciones, matices y formatos, requiere  una mirada atenta y un tiempo de reflexión que puede inducir a la duda, a la rebeldía o, al menos, a una actitud crítica y alerta para pensar y pensarnos a través del tiempo y de las muchas historias de la Historia.  

Si te interesa conocer más podés escribir a comunicacion@mardelplata-conicet.gob.ar o sumarte a las redes sociales.