En una semana, se vendieron todas las cervezas "Kronomether"

Con lo recaudado, las cervecerías que participaban del proyecto solidario ya realizaron una "entrega simbólica" al Museo de Lorenzo Scaglia, que podrá adquirir un elemento clave para montar un nuevo acuario. 

19 de Mayo de 2021 17:47

Por Redacción 0223

PARA 0223

A una semana de haber anunciado la venta, el proyecto solidario "Kronomether" que impulsaban distintas cervecerías de Mar del Plata ya pudo destinar fondos para que el museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia pueda montar un nuevo acuario.

En las instalaciones de la cervecería Heller, de 25 de Mayo al 5200, los cerveceros hicieron una "entrega simbólica" a las autoridades del espacio cultural después de haber logrado vender las 500 latas de cerveza que se habían comercializado.

"Las latitas tuvieron tanto éxito que ya se recaudaron los fondos como para que hoy se pueda concretar la entrega simbólica de este equipamiento que nos llena de orgullo. Si todo funciona como esperamos, en vacaciones de invierno ya vamos a tener el acuario", destacó a 0223 María Gabriela Pujol, representante del museo.

Por su parte, Eduardo Ricardo, de Heller, se mostró muy satisfecho con la respuesta del público a esta iniciativa solidaria, que meses atrás se vio parcialmente frustrada por el robo de las barricas que se habían colocado en el fondo del mar para poder dar forma a una nueva cerveza.

Con el dinero donado, el museo podrá adquirir un Chiller, que permite sostener la temperatura del agua marina a 16 grados de manera constante dentro del acuario. "La idea es que estos animales que se encuentran en confinamiento puedan estar en las condiciones de sanidad y físico-químicas más parecidas a su entorno natural y esa es la temperatura en la que más cómodos se encuentran", dijo Puyol.

El emprendimiento solidario finalmente se pudo llevar adelante a pesar del robo de los barriles que se constató a fines de febrero porque no toda la cantidad de cerveza fabricada fue la que finalmente se envió al fondo de mar.

Algunos de los objetivos que impulsaban el proyecto eran la posibilidad de ver cómo maduraba una cerveza a 20 metros de profundidades, con presiones estables y temperaturas constantes. Además, por las presiones y las texturas de las barricas, se quería estudiar cómo modificaba la fauna y flora marina a la cerveza. Una de las barricas contenía agua de ósmosis para estudiar este motivo, e incluso estudiantes de la Universidad Nacional de Mar del Plata habían colocado placas en las cuales se iban a realizar análisis.