Forzó un auto, lo dejó abandonado y quiso llevarse una bicicleta

Uno de los jóvenes que en julio de 2017 forzó un automóvil para robar las cosas que había en su interior y que dos años más tarde fue aprehendido cuando quiso sustraer una bicicleta de un balcón fue condenado a tres años de prisión de ejecución condicional tras la validación de un acuerdo de juicio abreviado en el Tribunal Oral en lo Criminal 4.

El primero de los hechos que presentaron el Ministerio Público Fiscal y la defensa de Facundo Arévalo ocurrió el 21 de julio de 2017 cuando junto a tres cómplices –uno de ellos adolescente- robaron diferentes elementos del interior de un auto Suzuki Fan de color gris estacionado en inmediaciones de las calles Gascón y Pellegrini.

Poco más de dos años después Arévalo fue nuevamente aprehendido por personal policial tras escalar el balcón de un departamento del primer piso de un edificio ubicado en Carasa al 2000 e intentar robar una bicicleta.

Esa tarde del 24 de agosto de 2019 un vecino alertó al 911 y permitió que personal policial llegara al lugar y lo aprehendiera a pocos metros del lugar. En su intento de huída el joven de 25 años abandonó el rodado que poco después fue entregado a su propietaria.

Juez Gustavo Fissore. (Foto:archivo 0223).

El Juez Gustavo Fissore dio por acreditada la participación del imputado en ambos hechos, descartó cuestiones eximentes de la responsabilidad penal y agravantes, aunque valoró como atenuantes la falta de antecedentes penales, el buen concepto presunto y el consumo problemático de sustancias tóxicas.

El magistrado condenó a Facundo Emanuel Arévalo a la pena de tres años de prisión como coautor del delito de tentativa de robo agravado por cometerse en lugar poblado y en banda, por tratarse de un vehículo dejado en la vía pública y por la intervención de un menor de 18 años de edad  y autor de hurto agravado por escalamiento en grado de tentativa inacabada.

En la sentencia se dispuso que la pena privativa de la libertad se ejecute condicionalmente mientras mantenga un domicilio legal, se someta al cuidado del Patronato de Liberados y mantenga entrevistas al Centro de Prevención de Adicciones o una institución similar.