La lucha contra el fuego, en primera persona: las vivencias de los bomberos marplatenses en Corrientes

Un grupo de brigadistas de la ciudad y la región trabajó durante 12 días en medio de un monte. Se despertaban a las 5 de la mañana y podían llegar a recorrer hasta 18 kilómetros por día.

Brigadistas de Mar del Plata, Tandil y Balcarce trabajaron combatieron juntos los incendios en Corrientes.

28 de Febrero de 2022 18:33

Por Redacción 0223

PARA 0223

Pablo Polarolo tiene 49 años y es el jefe del cuartel central de Bomberos de Mar del Plata. Con una vasta trayectoria, el agente local estuvo a cargo de un grupo de brigadistas de la ciudad y la región que combatieron las llamas que afectaron a la provincia de Corrientes.

Los bomberos de Mar del Plata, Balcarce y Tandil afectados al operativo trabajaron en la localidad de Santo Tomé, una de las zonas más afectadas. Cada día se despertaban a las 5 de la mañana y, después de que el comando de operaciones sobrevolara la zona afectada y evaluaran la meteorología, eran asignados a distintas áreas. Los bomberos combatían el fuego durante todo el día hasta que finalizaban sus tareas cerca de las 21 para irse a dormir a la casa de algún poblador.

Los incendios tenían dimensiones de varios kilómetros.

Los pobladores del lugar les acercaban agua y otras provisiones.

La condición meteorológica jugó un papel preponderante. Las altas temperaturas que se registraban favorecían el desarrollo de los incendios y la zona registraba índices de sequía extremos y anomalías de precipitaciones: en el lugar no llovía desde el 15 de diciembre de 2021

Los incendios forestales, que arrasaron con la vegetación y especies autóctonas del lugar, podían tener dimensiones de hasta 7 kilómetros de largo. "Eran incendios dantescos con comportamientos extremos, explicó Polarolo.

Los bomberos combatían el fuego todo el día y descendían del monte cerca de las 21.

Durante 12 días, el brigadista marplatense combatió las llamas en el medio del monte, alejado de cualquier civilización: el arduo trabajo les demandaba un recorrido de hasta 18 kilómetros por día.

Polarolo, además, destacó el factor humano de los pobladores de Corrientes y las muestras de cariño y aliento que los incentivaban para luchar contra el fuego. "Nos llevaban agua y comida todo el tiempo. Te saludaban y te agradecían. El agradecimiento es eterno. Esos gestos son invalorables. Uno se siente orgulloso por el trabajo", reconoció al finalizar.