Un nuevo capítulo de Sarmiento de La Banda: escándalo, rojas, penales y piñas en Santiago del Estero

Nada de lo que pasó sorprende. Como repetimos todas las semanas, el Federal A es la categoría más manchada del fútbol argentino y no les importa disimular. Villa Mitre llegó a La Banda con ventaja mínima y Sarmiento necesitaba ganar por un solo gol para sacar boleto al repechaje por un ascenso a la Primera Nacional. Sin embargo, Pablo Núñez y sus asistentes hicieron un desastre desde que comenzó el partido hasta que estuvo 3 a 0. Después, cuando se volvió ecuánime, ya era tarde y los santiagueños esperan rival de la Primera B Metropolitana para dar el salto a la máxima categoría de ascenso.

Cuando los jugadores bahienses se iban al vestuario en el entretiempo, se escuchó en los micrófonos de ambiente un contundente "nos hicieron viajar 25 horas para esto". Los 45' iniciales fueron un papelón. No hay recorte que alcance para ver lo que hicieron entre el árbitro principal y los líneas para inclinar la cancha en favor del local. Una amarilla a Jara a los 5' por quejarse (demasiado severo), que le terminó costando la expulsión en esa etapa. Al menos cuatro faltas groseras y duras contra jugadores del "tricolor" que no fueron sancionadas, un penalazo que "no vio", todos los roses a los del "profe" terminaron en pelotas paradas cerca del área, un línea que no levantó el banderín en todo el primer tiempo y un penal claro, bien cobrado, pero al que le agregó una tarjeta roja para Manchafico para terminar de romper el partido. Sarmiento se fue al descanso 2 a 0 arriba y Villa Mitre con dos hombres menos.

El complemento casi que estuvo demás. El orgullo bahiense para poner la cara y dar batalla ante las injusticias y las enormes diferencias en el resultado y la inferioridad numérica. Jugado en una pelota parada, llegó el tercer tanto del local e historia liquidad. A partir de ahí, Núñez empezó a cobrar "parejo". El línea 1, pegado al banco santiagueño, fue un resorte para cobrar offside en cada intento de ataque de Villa Mitre. El penal, imposible no cobrarlo, para los bonaerenses, permitió el descuento, y después fue por la heorica sin fortuna pero con mucho corazón. El final, esperado, con todos yendo a buscar al técnico local y la policía repartiendo a los visitantes.

La historia estaba escrita de antemano. Se sabía hace mucho quién tenía que pasar y se hizo todo para que así fuera. Ahora, Sarmiento, con todos los ojos posados en ellos, pero sin importarles demasiado, esperan rival del Reducido de la B Metropolitana.