El ex Jefe de Drogas Ilícitas negó todos los cargos en su contra

Casi dos horas declaró este martes el ex jefe de Drogas Ilícitas acusado de irregularidades en el manejo de horas Cores, solicitar "retornos" y quedarse con dinero secuestrado en allanamientos. En ese lapso, el comisario mayor Claudio Pontoriero negó todos los hechos.

El ex jefe de la Delegación, que permanece detenido en la comisaría de Balcarce, estuvo acompañando por el abogado Daniel Álvarez. Minutos antes de la declaración, el profesional participó de una audiencia en la Sala II de la Cámara de Apelaciones para insistir en su pedido de excarcelación.

Pontoriero afirmó que desde su asunción, hace poco más de dos meses, no hubieron cambios con relación a la distribución de horas Cores. En tal sentido afirmó que la Delegación recibió la misma cantidad y que fueron distribuídas de la misma manera en que se venía haciendo.

Álvarez dijo que su defendido descartó que se pidieran "retornos" y que se trasladara gente que no acatara esos pedidos. "Los únicos tres traslados fueron personas que siguieron al ex titular de la dependencia y los ingresos que llegaron en su reemplazo fueron a los grupos operativos", sostuvo.

Con relación al dinero encontrado en la dependencia, Pontoriero afirmó que era para un arreglo de su auto y que estaba en el Privado porque es el lugar donde el pernocta de lunes a viernes.

Ante las preguntas del fiscal general adjunto Marcos Pagella por la situación que quedó al descubierto en los audios de los policías por el robo de dinero en los allanamientos, dijo que en el operativo se había hecho todo bien. En el mismo sentido afirmó que fue a supervisar algunos objetivos por control y que el secuestro de dinero y droga se hizo siempre en presencia de testigos.

Tal como se adelantó, la investigación comenzó tras una denuncia anónima que llegó al área Asuntos Internos que denunció la apropiación indebida de las horas Cores (Compensación por Recargo de Servicio) por parte de la superioridad y a maniobras tocantes a un mecanismo preestablecido para la sustracción de dinero en efectivo en los allanamientos que se llevaban a cabo en la repartición.