Encontraron la pierna de una mujer que era intensamente buscada desde hace más de un mes

Hortencia Villa Urrutia, de 74 años, desapareció el 5 de agosto, dejando a su familia en vilo. Al salir de su casa en Godoy Cruz, dejó una carta que sacudió a todos: “No me busquen”, fue la fría advertencia que dejó escrita. A pesar de esto, su hija Tamara no pudo quedarse de brazos cruzados y, alarmada, dio aviso a los familiares, quienes intentaron ubicarla. Hortencia había mencionado que iría a un lugar "sin señal", por lo que nadie pudo contactarla.

La desesperación creció cuando la policía inició un operativo de búsqueda masivo, desplegando drones y canes entrenados. Las cámaras de seguridad dieron una pista: Hortencia fue vista en la terminal de Guaymallén, donde compró un pasaje rumbo a Potrerillos. Sin embargo, nunca llegó a destino. El chofer del micro reveló que la mujer bajó misteriosamente en la ruta 82, cerca de Blanco Encalada, a solo 25 kilómetros de Potrerillos. Los familiares recorrieron cada rincón del área, preguntando a vecinos y turistas, pero nadie la había visto.

La angustia se transformó en horror el viernes pasado cuando un grupo de trabajadores, que realizaba tareas en la misma ruta 82, se topó con un macabro descubrimiento: una pierna en avanzado estado de descomposición. Estaba a la altura del kilómetro 27, cerca del bar Las Rosas. El lugar, normalmente tranquilo, se convirtió en escena de pesadilla cuando los operarios encontraron prendas junto al miembro, lo que permitió a las autoridades inferir que los restos pertenecían a Hortencia.

Para despejar dudas, los restos fueron trasladados al Cuerpo Médico Forense, donde se realizó un análisis de ADN. "Se pudo identificar la pierna comparándola con una muestra de su hija Tamara", revelaron los investigadores. La confirmación fue devastadora y la esperanza de encontrarla con vida se desvaneció.

¿Qué fue lo que realmente ocurrió? La pregunta sigue sin respuesta, mientras el misterio de su desaparición es investigado por las autoridades.