Repugnante: hallaron un matadero clandestino con restos de animales en descomposición y carne podrida

Un asqueroso olor emanaba de un predio ubicado a kilómetros de la localidad santiagueña de Nueva Esperanza, lo que llevó a la municipalidad de Pellegrini a poner manos a la obra: los denunciantes advirtieron que se trataba de una mezcla de sangre seca, desechos de animales en descomposición y carne en estado putrefacto.

Las autoridades, tras realizar una exhaustiva investigación, descubrieron que había un matadero operando en condiciones deplorables e insalubres: el lugar fue allanado ayer por la tarde y el Ministerio de Producción precedió a secuestrar restos de animales faenados y diversos elementos en el marco de un caso que ya pasó a la esfera judicial.

Tras contar con varias pruebas y documentación, la fiscal Norma Matach le solicitó una serie de medidas al juez de Control y Garantias Gastón Merino, quien dio luz verde al pedido. El personal policial de Brigada, Criminalística y Policía Ambiental allanó un un inmueble ubicado a metros de una ruta enripiada que une la ciudad con Pozo Betbeder y lo que hallaron allí fue aterrador.

Los uniformados irrumpieron y encontraron un cementerio de yeguarizos y mulares: todos ellos habían sido descuartizados de manera ilegal y, de hecho, todavía había un mamífero vivo de pie. Los esqueletos estaban esparcidos en el terreno y, hasta el momento, no lograron identificar al propietario del escabroso sitio.

Los efectivos remarcaron que los animales habrían sido sometidos a maltratos y que, en el transcurso de la semana, faenaron a más de una docena de caballos y mulas. Por lo pronto, el matadero abasteció de carne a una serie de comercios de la zona: los altos mandos iniciaron un expediente para investigar el episodio.