Video: el kiosquero asesinado se había salvado de milagro al ser baleado en un robo hace 10 meses
Se había resistido con gas pimienta y le dispararon dos veces: uno de las balas dio en un paquete de chicle. Ya había sufrido varios asaltos.
Por Redacción 0223
PARA 0223
El trágico final del kiosquero asesinado este lunes por la tarde no tuvo ningún milagro que le salvara la vida. Como había ocurrido en abril del año pasado, cuando el empleado del local al que mataron para robarle se había defendido de los delincuentes usando gas pimienta, y logró que no lo asesinaran a balazos cuando un disparo terminó en una caja de chicles.
Cristian estaba cansado de los robos cuando el 15 de abril de 2024 evitó un asalto a mano armada, solo con gas pimienta. Alrededor de las 14, dos hombres le exigieron la recaudación de su kiosco, en Jacinto Peralta Ramos al 700, y se defendió arrojándoles el aerosol en el rostro. Sorprendidos por la vehemente acción, uno de los delincuentes le efectuó al menos dos disparos y una de las balas fue "atajada" por un paquete de chicles.
"En lo que va del año ya nos robaron 6 veces y con armas. Y esta vez fue igual, pero gatillaron dos veces. Toqué el botón antipánico pero no funcionó. La policía vino porque una señora escuchó los tiros y llamó al 911. Acá estamos solos, no hay seguridad y siempre pasa algo acá en esta cuadra: sino es la panadería, somos nosotros, sino los chinos. Pero siempre a alguien le están robando en esta cuadra", lamentó el comerciante del local, ubicado a tan solo 600 metros del Estadio José María Minella.
La secuencia quedó registrada por las cámaras del comercio. "Uno de los malvivientes me pidió plata, no reaccioné y ahí me tiran el primer tiro, que le pegan a los chicles y por eso no me da a mí. Entonces yo ahí manoteé el gas pimienta y le empecé a tirar a ellos. Primero al que estaba enfrente, el que tiró el tiro, y después al que estaba al lado. Cuando se están yendo ya con el efecto gas pimienta, me apuntó como para tirarme y como no pudo, tiró para arriba, pegó por ahí, pero no me pegó a mí. Luego hirió a su secuaz", dijo el kiosquero en aquella ocasión.
"La verdad quedé muy alterado, porque ya me da bronca. No me siento seguro, no me siento cuidado. Siento que acá puede venir cualquiera a hacer lo que quiere y no tenemos seguridad para nada. No tengo miedo, tengo mucha impotencia, mucha bronca", había expresado a 0223 en abril, casi como un anuncio de lo que podía pasarle.
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