Aberrante: entregaba a sus sobrinos para que un kiosquero los violara a cambio de cervezas

Un caso aberrante suma detalles escalofriantes desde que se detuvo a una mujer y a un comerciante por el abuso de una adolescente de 17 años, sobrina de la acusada. En las últimas horas se supo que la tía de los chicos también le entregaba un kiosquero del barrio a su sobrino de 12 para que lo violara, a cambio de cervezas.

El caso comenzó en octubre del año pasado con la denuncia contra una mujer sanjuanina que había sido acusada de “entregar” a su sobrina a un comerciante del barrio para que abusara sexualmente de ella a cambio de cervezas. La situación de la mujer imputada, de 45 años, se agravó al comprobarse que también sometió al mismo calvario a su sobrino de 12 años. El temor de los investigadores es que haya más víctimas, ya que la mujer se había hecho cargo de sus cuatro sobrinos, abandonados por su madre, y los dos menores pudieron también ser víctimas de los abusos.

La Justicia agravó la imputación contra la tía de los menores y un kiosquero de apellido Pizarro, detenidos con prisión preventiva en el penal de Chimbas, en la provincia de San Juan.  La sospecha es que la mujer entregaba a dos de sus sobrinos al comerciante para que los sometiera sexualmente y en retribución él le entregaba cervezas. Esto fue lo que expusieron la fiscal Valentina Bucciarelli y la ayudante fiscal Luciana Fasoli, de la UFI ANIVI, quienes al inicio de la causa imputaron a la tía el delito de facilitación a la prostitución agravada por la edad de la víctima, por la convivencia y por ser la encargada de la guarda, mientras que al kiosquero le atribuyeron promoción a la prostitución.

En la investigación surgieron datos de que no sólo la adolescente era abusada: también su hermano de 12 años. Los chicos habrían declarado que su tía les ordenaba que fueran al almacén y ahí el hombre los violaba. Los hechos se produjeron en los dos últimos años y la adolescente contó que fueron al menos 20 los abusos, y que al regresar a la vivienda debía llevarle las cervezas a su tía.

Los informes médicos revelaron que ambos presentan signos de haber sufrido abusos sexuales, lo que sustentó la teoría de la fiscalía. La abogada defensora de la mujer propuso la detención domiciliaria de la acusada, ya que tiene un hijo pequeño.

De acuerdo a lo publicado por Tiempo de San Juan, el juez de garantías resolvió prorrogar la prisión preventiva para la mujer y el comerciante por dos meses. A la detenida le imputó el delito de facilitación de corrupción de menores, agravabas por la edad de la víctima, por la guarda y la convivencia. Al comerciante le atribuyen los presuntos delitos de promoción de corrupción de menores y abuso sexual con acceso carnal, agravado por la situación de poder.