Le rompieron la vidriera a fierrazos a un famoso local del centro

Los dueños de un reconocido local de ropa en pleno centro de Mar del Plata amanecieron como todos los días, con la idea de abrir el comercio y trabajar en la previa de Semana Santa, esperando buen movimiento el fin de semana que ayude a mejorar las ventas. Pero no saben siquiera si van a poder abrir para aprovechar el turismo porque en plena madrugada les rompieron la vidriera con un fierro y para robarse indumentaria.  

"El año pasado tuvimos, antes de las Fiestas, dos roturas y robos. Y esta es también una rotura de vidriera, bastante mercadería es la que falta. Aparte del perjuicio de la reposición de la vidriera, tenemos que hacer la limpieza, hay que reacomodar todo, ver si logramos, antes del fin de semana largo, que nos cambien la vidriera. Sino hay que dejar un sereno, que se quede acá, todo complicado", dijo sobre el panorama que le espera Joaquín, el dueño del local Tonny Montana, de Rivadavia y Santiago del Estero.

"Supuestamente, por dichos de algunas vecinas, a las cinco y media de la mañana escucharon un ruido, y mucho más no sé. No sé si hay presencia policial o no en la calle, porque a esa hora uno, mayormente la gente que trabajamos, estamos durmiendo, descansando. Pero lamentablemente en el centro, a partir de cierta hora, ya se ve un ambiente bastante distinto de lo normal. Después de las diez de la noche, once, todo lo que es zona centro, que queda casi desierto, se ve un ambiente complicado", dijo el comerciante.

Sobre lo que pudo saber del robo, aseguró que "debe haber sido más de una, porque el vidrio que está roto en el centro, eso se abre, se han tenido que meter para sacarlo del perchero. Generalmente vienen dos pibes chiquitos y uno se mete, le pasa la ropa al otro y la meten en una bolsa negra y se van".

"Había un fierro adentro del local, probablemente fue con un fierro. Toca reparar, recomponerse y seguir. Si no, hay que dedicarse a otra cosa, en todas las áreas está complicado", insitió.

"Me lo han robado tres veces en los últimos cinco meses, un poco me cansa. Pero no pienso en cerrar, se ha pensado en hacer persianas metálicas, pero por la estructura del local hay que hacer una obra muy grande, porque no hay espacio arriba. Hay que levantar la persiana casi a cuatro metros, es muy complicado, muy costoso y habría que cerrar el local unos días. Así que se sigue trabajando para no dejar de vender. Ahora se verá qué acciones se toman para seguir", comentó Joaquín.

"En esta época, después del verano, cae mucho la venta. No hay tanto poder adquisitivo. Nosotros vendemos mercadería muy económica, pero así todo cuesta llegar a las cifras y la gente compra lo básico, lo justito. Está con esta incertidumbre de los cambios del dólar. La gente tiene miedo de gastar también. No hay una fluidez de compra, hace rato ya", dijo sobre el panorama de los comercios céntricos, que en épocas de pocas ventas y retracción del consumo, con la temporada en el pasado, suman dificultades por la inseguridad.