Baleó a un chofer de Uber, era intensamente buscado, y lo mataron a tiros: le dispararon siete veces

La víctima era un joven de 25 años que contaba con pedido de captura vigente desde noviembre del 2024.

Los vecinos de la zona no quisieron dar información. Foto: captura.

23 de Junio de 2025 17:50

Por Redacción 0223

PARA 0223

Un joven de 25 años fue asesinado a tiros en la madrugada de este domingo en Villa Gobernador Gálvez. Axel Nicolás Romero, la víctima, tenía 25 años y un pedido de captura vigente desde noviembre del año pasado por estar sospechado de haber participado en una balacera en la que resultó herido por error un chofer de Uber que trasladaba a un pasajero que era el verdadero objetivo del ataque. 

El homicidio tuvo lugar en inmediaciones de Jorge Newbery y Pasaje 8 de la vecina ciudad, donde fue hallado el cuerpo de Romero y siete vainas servidas calibre 9 milímetros que fueron secuestradas para peritar. Los agentes que llegaron al lugar no pudieron recolectar muchos datos respecto de la mecánica porque los vecinos no querían brindar información.

El caso es investigado por el fiscal Lisandro Artacho, el mismo que había solicitado la orden de captura de la víctima. 

Por la balacera el chofer de Uber, el fiscal ya imputó el 7 de noviembre pasado –seis días después del ataque al chofer de Uber en el barrio Giglione– a José David Fernández (19) y Verónica Analía Carrizo (44), como quienes organizaron el hecho por encargo de un recluso cuyo nombre no fue revelado. En tanto, un adolescente de 16 años fue aprehendido por este legajo, aunque en su situación intervino la Justicia de Menores.

En esa investigación, el nombre de Romero apareció por un motivo: se le cayó el celular en plena fuga tras el intento de homicidio. Se cree que estaba en el vehículo en el que escaparon los tiradores. De allí surgió información relevante para la causa, como los datos de quiénes habían organizado el plan y quién lo había instigado. 

Según explicó Artacho en la audiencia del 7 de noviembre pasado, un joven había acordado ir a ver una camioneta a Villa Gobernador Gálvez tras haber mantenido diálogo con el vendedor, una persona a la que conocía por compartir fiestas y partidos en la popular norte del Gigante de Arroyito.

Como el comprador del vehículo tenía un conocido que era chofer de Uber, le propuso hacer el viaje desde la zona oeste de Rosario hasta el punto de encuentro, por fuera de la aplicación. Así las cosas, Maximiliano V. (28) accedió y trasladó a su allegado en su Clio. Una vez que llegaron a ese lugar, el pasajero bajó, pidió ver el rodado y los papeles, aunque ahí la situación se puso espesa. 

Los ocupantes de un Chery Tiggo se bajaron a pocos metros del Clio, le dieron la documentación y mientras la miraba de espalda a ellos, parado al lado del chofer de Uber, los supuestos vendedores dispararon con tres pistolas.

El pasajero se echó a correr mientras que Maximiliano V., que esperaba en su Clio, sufrió heridas de arma de fuego en el abdomen y en el tórax que le ocasionaron una lesión medular, de acuerdo al relato del fiscal.

El joven que resultó ileso llegó a declarar que escuchó cómo algunos tiros le pasaban por al lado y cómo se le había trabado una pistola a uno de los gatilleros. Agregó que en la ruta logró subirse a un utilitario que pasaba por allí bajo el argumento de que huía de un robo.

Según el rol que atribuyó el fiscal, José Fernández habría sido uno de los ocupantes del Tiggo, posiblemente, uno de los tiradores. Cayó minutos después en un operativo de la Policía de Acción Táctica, donde también fue aprehendido el adolescente de 16 años que está involucrado en la causa. 

En el Tiggo, los agentes incautaron dos pistolas calibre 9 milímetros, un celular y un bidón que contenía combustible. Se presume que después del crimen, que resultó fallido, iban a prender fuego el rodado utilizado, que tenía pedido secuestro activo por robo y una patente de otro vehículo. 

Por su parte, Verónica Carrizo habría sido el nexo entre el recluso que dio la orden de ejecutar el homicidio y uno de los ocupantes del vehículo que logró fugarse en la persecución de la Policía de Acción Táctica. Además, ella fue quien guardó el Tiggo en su casa para que luego sea usado en el ataque.