Sin solución a la vista, convocan a un abrazo solidario en la clausurada escuela nº2

Dos semanas después de tener en su ingreso las fajas de clausura dispuestas por el juez de Responsabilidad Penal Juvenil, Néstor Salas, el inmueble en el que desarrollaban funciones la escuela primaria nº2 y la escuela secundaria nº46 presenta un porvenir desalentador. Mientras los alumnos reparten sus clases en la Piloto por un lado y en algunas aulas y el gimnasio de la escuela 5 por otro, la titular de la Asociación Cooperadora del efidicio cerrado por la justicia, Maria Sol Borsani, coordina por estas horas un encuentro con la comunidad educativa para realizar un simbólico abrazo al dañado establecimiento. La cita se pautó para el jueves próximo desde las 15 en Dorrego 633.

En diálogo con 0223, Borsani resaltó que “no hubo una sola novedad” respecto al conflicto y afirmó que “no se presentó nadie de la Provincia” para tratar la problemática.  “La escuela está en agonía, queremos que no se muera” adujo y de inmediato aseguró: “como que nos llamamos cooperadora el año próximo habrá una escuela en condiciones”.

En ese sentido, la abogada admitió que ante la inoperancia estatal ya buscan soluciones desde el ámbito privado. “Fuimos al establecimiento con un arquitecto, estamos evaluando presupuestos y coordinando aportes de empresas constructoras”. En una de sus últimas visitas, se corroboró también la delicada situación en la escuela 46, ubicada en el primer piso, sobre la escuela 2. Allí, además de que también existen numerosas defiiencias por goteras y roturas diversas, Borsani ejemplificó que “en lugar de interruptores hay directamente cables pelados”.

Consultada sobre la opción que planteó la Unidad Educativa de Gestión Distrital, de ejecutar las obras de manera fraccionaria para poder reabrir la escuela por sectores, la titular de la Cooperadora descartó tal posibilidad al asegurar que el fallo de Salas especifica que la clasura debe ser “total” y que tal determinación “está absolutamente justificada”.

Paralelamente, la mencionada situación de los alumnos se pudo arreglar sólo en forma parcial. Según explicó Borsani, “los estudiantes del turno mañana de la primaria clausurada que se trasladaron a la escuela 5, viven una situación complicadísima. No hay aulas disponibles, por lo que deben rotar sus días de clases, que llegan a un máximo de dos jornadas por semana y por momentos se dictan en un gimnasio. Por el contrario, como en esa escuela sustituta hay un secundario que tiene solo matrícula de mañana, el turno tarde de la 2 recibe clases normalmente”.