Allanaron el domicilio de líder de organización ultraderechista

A Pampillón (el del megáfono) se lo acusa de promover y participar de distintos ataques.

23 de Marzo de 2014 16:14

Por Redacción 0223

PARA 0223

Personal de la Unidad de investigación conductas discriminatorias de la Policía Federal Argentina allanó este sábado el domicilio de Carlos Gustavo Pampillón, líder de la agrupación de ultraderecha Foro Patriótico Nacional (Fonapa), a quien se investiga por difundir ideas neonazis y haber participado en la realización de pintadas intimidantes.

El operativo se realizó en el marco de una investigación iniciada por el actual Fiscal General Daniel Adler y llevada adelante por la Fiscalía Federal 2 de Mar del Plata, Pablo Larriera, con el propósito de obtener material informático y de comunicaciones que tuvieran relación con los hechos de los que se lo acusa.

En ese contexto, los efectivos secuestraron CPU's, dos notebooks, pendrives y tres teléfonos celulares que fueron remitidos al laboratorio pericial de la Policía Federal donde serán sometidos a los correspondientes análisis informáticos.

Además, Pampillón fue citado a prestar declaración indagatoria el próximo 23 de abril ante el juez federal Santiago Inchausti.

El allanamiento es producto de una extensa investigación que llevó adelante el Ministerio Público Federal local con el objetivo de dar con los autores, instigadores y cómplices de distintos ataques, daños e intimidaciones que se hicieron sobre los monumentos evocativos a la lucha por Verdad, Justicia y Memoria, ubicado frente a la Base Naval, y al incendio y pintada discriminatoria que tuvo lugar en la sede del Centro de Residentes Bolivianos en Mar del Plata.

Según fuentes judiciales, la investigación arrojó que existían vínculos determinantes entre los episodios denunciados y la agrupación denominada Fonapa - La Giachino y, en particular, a su líder, Carlos Pampillón, a quien se lo señala como instigador de los hechos. Esto se advirtió desde el primer ataque, en 2011, en el monumento que los organismos de Derechos Humanos instalaron en el acceso a la Base.

Una característica de la pesquisa fue el intensivo uso que Pampillón y sus seguidores hacían de las redes sociales para promocionar y comentar estas actividades que ellos mismos se adjudicaban. De allí se obtuvo mucha información respecto del contexto, motivaciones y sentido que le otorgaban a los ataques.

Aunque en un primer momento no se contaba con demasiados datos -no había testigos directos y los atentados se ejecutaban de manera muy rápida), la Justicia recabó información de diversas fuentes hasta llegar a conocer a los integrantes, el modus operandi y las motivaciones de quienes integran el Fonapa.

Sin ir más lejos, a partir de una causa en la que se procesó a otra persona por publicar en la plataforma Youtube un video con contenido nazi, se desprendió que muchos de los que aparecían en la grabación haciendo el característico saludo nacionalsocialista eran miembros de la organización y reconocían a Pampillón como referente.

Otro de los incidentes que se le adjudica a Pampillón ocurrió durante la noche del 6 de junio de 2012, otra vez en la Base Naval. En esta ocasión, un grupo de personas se acercó al lugar a bordo de un vehículo del que bajaron neumáticos y combustible, los arrojaron sobre el monumento y los incendiaron.

Si bien se fugaron en cuestión de pocos minutos, reivindicaron el atentado a través de las redes sociales y lo justificaron al manifestar su rechazo a la decisión del Concejo Deliberante local de autorizar el retiro de un monumento que la Armada había instalado durante la última dictadura cívico-militar en la plaza San Martín.

Inclusive, en aquel entonces, los concejales Woollands y Artime denunciaron que personas identificadas con el Fonapa ya habían realizado amenazas, amedrentamientos y manifestaciones, como evidente prólogo a lo que luego se materializaría en el ataque al monumento.

Para la Justicia, con los antecedentes, testimonios e información que se logró recopilar fue posible sostener que este último embate no tuvo otro promotor que Carlos Pampillón, quien no oculta su ensañamiento contra símbolos que expresan no sólo un recordatorio al exterminio de víctimas por parte de la nefasta maquinaria estatal activada tras el golpe cívico-militar, sino a la constante lucha por la vigencia de los Derechos Humanos en nuestra sociedad. Estas, evidentemente, son cuestiones que suelen ser despreciadas y desafiadas por Pampillón en sus publicaciones.

El último hecho que se adjudica al líder del Fonapa es el que se registró el 25 de febrero pasado en la sede del Centro de Residentes Bolivianos. Según consta en la causa número 2215/2014, el vicepresidente de la entidad, Daniel Sarasti, denunció que unos sujetos habían incendiado el portón del local de avenida Colón 9040 y habían pintado en un paredón contiguo la leyenda: “Fuera Bolivia de Salta. La patria no se negocia. Ojo... Arderá el escarmiento. Fonapa – La Giachino. Viva la patria, carajo”.

El daño efectuado al centro de la comunidad boliviana no fue interpretado como un acto aislado y pronto todo condujo -una vez más- a los integrantes del Fonapa y a Pampillón quien, más tarde lo publicitó en las redes sociales y medios televisivos locales.

El presidente de la institución, Rogelio Córdova Escobar, declaró que “Pampillón dijo por televisión que había que echar a los bolivianos de este país y eso causó mucho dolor en nuestra comunidad”.

Para el Ministerio Público Federal de Mar del Plata, todos los elementos recopilados son suficientes para presumir en este último caso que las publicaciones realizadas por Carlos Gustavo Pampillón, ya sea en forma virtual o televisa, ostentan un contenido discriminatorio que terminó con el ataque a la sede del colectivo boliviano.

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