La sobrina nieta de Evita usó el hotel de Don Aldrey porque le queda "cómodo"

Así justificó la ministra Álvarez Rodríguez que un foro sobre trata y medios se realice en el Hermitage, propiedad del dueño de La Capital, tercer diario que más avisos de oferta sexual publica.

El Consejo Provincial de las Mujeres que preside la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez, organizó el jueves y viernes pasado en Mar del Plata el “II Foro Internacional sobre los Derechos de las Mujeres: Trata y Tráfico de Personas: contextos actuales”.

En ese marco, se llevó adelante la jornada “Los medios y la Trata”. Paradójicamente, las disertaciones se realizaron en el Hotel Hermitage, propiedad del empresario Florencio Aldrey Iglesias, también dueño de La Capital de Mar del Plata, el tercer diario que más avisos de oferta sexual publica en todo el país, pese a que un decreto nacional lo prohíbe. Lo tragicómico de este “error” de la Ministra no termina ahí. Al momento de ser consultada por la periodista de la FM 95.3 Mariana Vasile respecto de la elección de ese hotel en particular, Álvarez Rodríguez respondió que se hacía allí porque “le quedaba cómodo”.

La respuesta fue bastante pobre, ya que la comodidad no es un atributo que pueda estar por sobre la lucha que muchas mujeres llevan adelante para combatir el flagelo que significa la trata a nivel nacional e internacional. Lamentablemente no hubo tiempo para la repregunta: la sobrina nieta de Evita se dio media vuelta y se fue.

Desde lo discursivo, fue cómico escuchar a la Ministra hablar de la carta que había enviado el Papa Francisco y hablar de un documento muy importante, del que ni siquiera supo decir bien su nombre, o hablar de la lucha de Susana Trimarco. Lo paradójico de todo esto es que desconocía  que el diario propiedad del empresario hotelero viola, nada más y nada menos, el decreto 936/2011 y fue intimado en varias oportunidades por el Ministerio de Justicia de la Nación.

Este desatino no es el primero en la carrera política de la sobrina nieta de Eva Perón. Como lo consigna Wikipedia y quienes conocen su diversidad polifacética en la función pública, en el año 2000 Álvarez Rodríguez fue designada directora del Archivo Histórico de la provincia de Buenos Aires "Dr. Ricardo Levene". Al año siguiente, ocupó el cargo de presidenta del Instituto de Previsión Social bonaerense durante la gobernación del recordadísimo Carlos Federico Ruckauf, el gobernador que firmó las zapatillas y que se tomó el buque luego de haber inundado la provincia de patacones. Además, entre  2002 y 2003 fue subsecretaria de Cultura provincial, cargo que siguió ejerciendo durante los años 2003 a 2005, cuando pasó a denominarse Instituto Cultural, ya en el gobierno de Felipe Solá.

Álvarez Rodríguez fue electa diputada nacional para el período 2005-2007 por el Frente para la Victoria. Entre del 10 de diciembre de 2007 y el 2011, fue designada al frente del Ministerio de Infraestructura de la provincia de Buenos Aires, en la gobernación de Daniel Scioli. Al frente de ese Ministerio no se recuerda una obra de infraestructura trascendente para la provincia. En 2011 fue candidata a diputada nacional testimonial, cargo al cual renunció sin siquiera asumir para ocupar el Ministerio de Gobierno Provincial.

Otra de las grandes proezas que pueden recordarse de la multifacética ministra, fue mientras estuvo como presidenta interina del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, luego de la renuncia del dirigente camionero Hugo Moyano, que se fue dando un portazo aduciendo que el PJ era una “cáscara vacía”. Fue el juez federal Manuel Blanco quien dictó la caducidad de la personería del Partido Justicialista bonaerense, al hacer lugar a la presentación de un grupo de afiliados que cuestionó la postergación sistemática de la elección de nuevas autoridades. No obstante, las autoridades partidarias apelaron la resolución, que fue aceptada por el magistrado y quedó en suspenso. 

Seguramente los marplatenses se preguntarán qué tiene que ver esto con una Columna de Miércoles, en las cuales hablamos de política marplatense. La respuesta es simple: en el año 1998 la hija de un dirigente radical respondió ante las chicanas de los militantes de la Franja por no ser parte de esa organización política: “La política no se transmite de manera genética, ni es hereditaria; la política se ejerce con pasión o termina siendo un trabajo como atender una despensa”. Queda claro que si la Ministra hubiera escuchado estas palabras, habría comprendido que debería hacer un esfuerzo un poco más grande para honrar la memoria de Eva Perón.

Hasta la semana que viene.

PD: le mando un saludo a mi amigo que fue reelecto con 850 votos, menos de lo que yo saqué en la elección que perdí en el Centro de Estudiantes de la ENET Nº 1 en el año 1994. Lamentablemente, el centenario partido de Hipólito Yrigoyen tiene mucho para replantearse.