Semana de clausuras en la costa atlántica: 4 boliches hicieron “la gran Sobremonte”

En julio del año pasado, el complejo Sobremonte pudo reabrir sus puertas. Sucedió luego de 100 días de clausura por parte de la Afip en el contexto de una causa judicial iniciada contra los propietarios del boliche y un estudio contable que, aún hoy, sigue su marcha en los tribunales. La investigación busca detectar si en el famoso establecimiento de entretenimiento nocturno se conformó una asociación ilícita para evadir impuestos. 

Un semestre después, la situación se replicó por todo el norte de la costa atlántica bonaerense. Primero, el miércoles 28 de enero reciente, una vez finalizada la actuación de la conocida banda platense Los Totora, la Afip procedió a la clausura del reconocido pub “Mr. Jones”, de la ciudad de Pinamar. La agencia federal, además de inactivar el cuit de la persona interpuesta que figuraba al frente del establecimiento, detectó sucesivas maniobras fraudulentas claramente orientadas a ocultar al real propietario y beneficiario de su explotación comercial, como también la de evadir el pago de tributos nacionales. Este mismo verano, el lugar ya sumaba tres infracciones por no emitir los comprobantes fiscales correspondientes, intensificando con esto sus acciones evasoras.

Pocas noches después, durante este último fin de semana, la Administración nacional de Ingresos Públicos se despachó con otras tres clausuras, luego de una investigación que determinó también como los verdaderos dueños de los establecimientos se ocultaban detrás de testaferros de bajos recursos económicos. A partir de una orden de allanamiento emitida por el Juzgado de Dolores, los inspectores clausuraron Pueblo Límite (Villa Gesell), Club Sol (San Bernardo) y Boutique Club de Mar (Pinamar).

“Pueblo Límite” es un complejo bailable que funciona desde hace más de 15 años y puede albergar aproximadamente a 10.000 personas, lo que lo convierte en uno de los más grandes del país. Sin embargo, la Afip detectó que los verdaderos dueños utilizaron al menos a cuatro personas jurídicas y 6 personas físicas como testaferros o prestanombres, todos de bajos recursos económicos. Uno de ellos es un monotributista categoría B -la más baja del régimen- con domicilio fiscal coincidente con otros 540 contribuyentes y que ni siquiera tiene una cuenta bancaria ni tarjetas de crédito, y cuyo único bien personal declarado es un ciclomotor valuado en 11.000 pesos. Otro de los supuestos empresarios de la noche tiene sólo 19 años y no está inscripto en la Afip. Además no posee ningún bien a su nombre, ni tarjetas de crédito ni cuenta bancaria. La lista de empresarios se completa con un enfermero que hasta mediados del 2012 trabajó en diferentes instituciones de salud por un salario promedio de 2.100 pesos.

En el caso del “Club Sol” de San Bernardo, además de que según la AFIP los verdaderos dueños utilizaban como testaferros a cinco jóvenes monotributistas, de entre 19 y 24 años, la administración federal registró que en el lapso de 7 días, el lugar emitió menos de 50 facturas en concepto de entradas y bebidas –cuando el ingreso promedio diario es de 3.000 personas- por lo que se estima una evasión impositiva y previsional de 1,1 millón sólo en el mes de enero. 

Respecto al exclusivo parador “Boutique Club de Mar” de Pinamar, la clausura se dictaminó luego de comprobar que continuaba operando a pesar de tener su cuit inhabilitada luego de que la Afip detectara que el dueño evadiera impuestos al utilizara como testaferro a un DJ empleado en el boliche porteño Pacha, que declara ingresos insignificantes ante la Afip y no está inscripto en el Impuesto a las Ganancias.