“Mar del Plata conurbanizó su violencia y la droga borró los códigos”

Esa es la lectura de Fabián Fernández Garello, fiscal general, ante los datos de la Procuración sobre homicidios. Dijo que es el “Poder Ejecutivo quien debe explicar estas cifras"

17 de Marzo de 2015 08:44

Por Redacción 0223

PARA 0223

La palabra de los muertos. Para Raúl Eugenio Zaffaroni, el exministro de la Corte, hay que afinar el oído y escuchar a los muertos para interpretar la época y establecer las responsabilidades –también por omisión- del Estado en los decesos prematuros, no biológicos y violentos. Los homicidios y sus causas sociales. El dato y la explicación cualitativa.  

En las últimas horas, un informe de la Procuración Bonaerense reveló que en Mar del Plata, durante 2013, ocurrieron 12.57 muertes cada 100 mil habitantes. Después de Quilmes, el Partido de General Pueyrredon ocupa el segundo puesto en el podio de localidades bonaerenses con mayor índice de decesos violentos en proporción a su población estable.

¿Qué nos dicen estos homicidios? ¿Por qué la cifra de muertes violentas se mantiene estable hace años? ¿Qué explican estos decesos?

En busca de respuestas, o al menos de algunas lecturas, 0223 consultó al fiscal general Fabián Fernández Garello. Para el magistrado, esos datos hablan de una “conurbanización de la violencia y de una falta de códigos, producto del consumo de drogas”.

“Esa cantidad de homicidios verifica lo que vengo diciendo hace diez años: Mar del Plata está conurbanizada en cuanto a la violencia y por esas muertes tiene que hablar el Poder Ejecutivo. Nosotros dirigimos las investigaciones y nos encargamos de esclarecer los hechos, que en la ciudad se resuelven en un 80%”, arrancó el fiscal.

“El homicidio –subrayó- es el menos previsible de los delitos. Pero su modo más eficaz de prevención es la educación, la asistencia social y la salud, todas cosas que están en manos de otros organismos del Estado, no de la Fiscalía o el Poder Judicial en su conjunto. Además hay que decir que el telón de fondo de todo esto, es que la mitad de los conflictos son por problemas interpersonales. Y esto arroja una segunda conclusión: el consumo de droga terminó con los códigos y deterioró los vínculos. Ahora las `cosas´ se arreglan de otros modos”, analizó Fernández Garello.

En este sentido, el fiscal consideró que “la estabilidad de la cifra de homicidios, que no baja ni sube desde hace varios años, guarda relación con el narcotráfico”. “El desembarco de estas redes en los distintos territorios produce violencia. De hecho, vemos que mucha de esa violencia tiene relación con la carencia social. Sobre esos actores con carencia social es que opera el narcotráfico. No sólo hay disputas por el territorio, sino que también hay conflictos que devienen en muertes por el estado de deterioro de los vínculos a partir del consumo de droga, que borró los códigos. La mayoría de los vendedores del narcomenudeo son los que venden para su consumo personal. Esto lleva a una situación que no estaba extendida y que ahora ha dado aire a conflictos interpersonales que, en algunos casos, terminan en homicidios”, completó Fernández Garello.

Para el magistrado, la situación “es preocupante” y “de difícil solución, si no se programan las acciones”. “Estamos hablando de una conurbanización, de conflictos interpersonales y de consecuencias del narcotráfico. Es complejo, pero urge abordaje”, concluyó el fiscal general del Departamento Judicial de Mar del Plata. 

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