River ganó el partido, Independiente la copa

La sensación con la que se irá Pablo Guede será casi la misma que ante Independiente y Huracán: que su equipo hizo un primer tiempo muy bueno, que mereció irse ganando por más diferencia, pero que no estuvo fino en los metros finales y dio demasiadas ventajas en el fondo. Por su parte, Marcelo Gallardo vio una versión muy mejorada de su conjunto alternativo respecto al que cayó con Independiente y el crecimiento del nivel en el complemento. Todo esto, dio como resultado el 3 a 2 para River sobre San Lorenzo en el cierre de la Copa Ciudad de Mar del Plata, que quedó en manos del "Rojo" que lo miró por televisión y el viernes jugará el clásico con Racing.

El partido empezó con todo. San Lorenzo no lo dejó despertar a River y se lo llevó por delante. Por eso, no sorprendió que a los 3' se pusiera en ventaja, con un gran desborde de Villalba por la izquierda, el centro atrás para Cauteruccio que no pudo con Mammana, pero la pelota le quedó a Kalinski que se la acomodó y le "rompió" el arco a Batalla con un remate alto y fuerte.

Lejos de sacar el pie del acelerador y sabiendo que necesitaba una ventaja de dos goles para quedarse con la copa, el "ciclón" siguió arrinconando a un "millonario" lleno de dudas y pudo haber estirado la cuenta con Cauteruccio que definió mordido y desviado o con un mal despeje de Mammana que casi la mete contra su propio arco. Pero cuando menos lo esperaba, en su primer ataque a fondo, despejó mal la defensa cuerva, no cerró Buffarini y Sebastián Driussi estuvo más rápido que todos para anticipar a Prósperi y al achique desesperado de Torrico y definir con categoría, con la parte de afuera del pie derecho, por encima de la cabeza del "uno".

El encuentro era muy interesante, porque San Lorenzo, al igual que en los partidos anteriores, mostraba muy buenas intenciones y atacaba permanentemente, hasta encontrar al jugador mejor posicionado. Ese fue Villalba, que se fue de cara a Batalla pero definió mal, bajo, permitiendo la reacción del arquero con el pie. Pero todo lo bueno que mostraba arriba, no lo ratificaba abajo, con groseros errores defensivos que se transformaban en jugadas de riesgo para River. Y Rodrigo Mora tuvo la gran ocasión para sacar ventaja, recibió la pelota picando ingresando por la izquierda, la acomodó y sacó el furibundo remate de derecha uqe sacó de manera formidable Torrico cuando se metía en el ángulo derecho.

Las desatenciones de la última línea de River seguían, ya sea con pelota en movimiento o quieta. A los 24', Romagnoli lanzó un tiro libre y Quignón en absoluta soledad metió un cabezazo que sacó con esfuerzo Batalla al córner. De ese tiro de esquina, ganó Más pero la tiró por arriba. Enseguida, los centrales quedaron en línea, Villalba se fue cara a cara con Batalla y cuando ingresó al área la pelota le quedó atrás y llegó a cerrar la defensa.

La intensidad bajó, ya no había tanta profundidad de ninguno de los dos lados, pero seguía siendo San Lorenzo el más peligroso y el que merecía irse en ventaja al vestuario. Y lo que no pudieron hacer Villalba y Cauteruccio que desperdiciaron cuanta chance de contra ataque que se les presentó, lo consiguieron los defensores en una pelota parada. Luego de un córner de Romagnoli, el despeje quedó corto, Mas metió el zurdazo que chocó con una gran respuesta de Batalla, con tanta mala suerte que fue directo a la posición de Prósperi que sólo la tuvo que empujar.

Todo lo que le costó desnivelar para irse en ventaja al descanso, lo tiró por la borda en dos minutos. Porque quedó lejos la defensa, le dieron mucho lugar a Driussi para que baje de manera perfecta un mejor pase de Mercado, casi sobre la medialuna del área y saque un remate bajo que se clavó contra la base del caño derecho de Torrico y volvió a dejar el marcador en tablas. No reaccionaba el equipo de Guede y los cambios le dieron otro aire a River que siguió buscando el arco de Torrico y dio vuelta el marcador con un desborde de "Nacho" Fernández por la izquierda y el centro preciso a la cabeza de Rodrigo Mora que la empujó dentro del área chica.

En nada se parecía el San Lorenzo del segundo tiempo al de la primera mitad, inconexo, impreciso, con pocas chances de llegar al arco de un Batalla sin trabajo. River, sin acelerar a fondo, era más prolijo en el traslado con Fernández, Bertolo y el ingresado Arzura. El partido no tenía la misma dinámica y, por momentos, se tornó aburrido, con jugadores que sentían el cansancio de la pretemporada.

El tramo final fue muy pobre, apenas la expulsión de Kalinski para destacar, Guede metió a todos juveniles y sacó a sus hombres de experiencia y los dos esperaban el pitazo final de Vigliano para despedirse del verano marplatense. Con San Lorenzo con mucha mejor imagen desde el juego que desde los resultados y River que siguió la fiesta que empezó con Boca y querrá coronar el sábado en Mendoza.