Tras los últimos tropiezos, Arroyo busca ponerse de pie

26 de Octubre de 2016 22:06

“He pedido esta conferencia de prensa porque vemos que la gestión es permanentemente atacada y acosada con noticias que son verdades a medias o directamente no son verdad. Se omiten logros de gran importancia”, dijo Carlos Arroyo este miércoles sentado en su despacho ante todos los medios presentes. Les habló de la inversión millonaria anunciada para Las Américas (aunque en rigor de verdad serán para Don Emilio), de las ambulancias que llegaron, la remodelación de los centros de salud, los cambios de postes de luz y luminarias en la ruta 11 y de otras obras en marcha o prometidas para General Pueyrredon. Buscó así mostrar fortaleza en un momento en que la percepción generalizada es la de una gestión que no encuentra el rumbo.

La semana anterior cerró con dos traspiés para el jefe comunal: el primero fue el portazo de José Cano quien anunció que abandonó el bloque oficialista y lo dejó así sin mayoría automática; el segundo fue la renuncia de Agustín Cinto, aunque en este caso las lecturas son múltiples y variadas, según a quién se le pregunte. Pero no terminó ahí: el domingo, Vilma Baragiola sufrió una dura derrota en la interna radical a manos del sector más opositor a la gestión de Arroyo. Se trata, en rigor, de varios sectores del centenario partido que ratifican su pertenencia a Cambiemos, pero rechazan la gestión del jefe comunal de Mar del Plata. Mario Rodríguez será el presidente del Comité Local, con el apoyo del diputado Maximiliano Abad y el exintendente Daniel Katz.

El quiebre del bloque oficialista supone un problema importante para Arroyo. No tanto por los votos, porque desde hace tiempo hubo muestras de independencia en el variopinto interbloque Agrupación Atlántica – PRO y la Unión Cívica Radical. Es, principalmente, el simbolismo de que uno de los hombres que supo ser de máxima confianza para el intendente se vaya y, fiel a su estilo, sin sutilezas. Muchos arroyistas temen que el intendente padezca lo mismo que padeció Gustavo Pulti: después de erigirlo como un hombre fuerte, sufrirlo como opositor acérrimo.

La sangría no se detendría allí. Eduardo Abud se uniría a Cano para conformar un nuevo bloque, dentro del espacio de Cambiemos, pero que no titubeará a la hora de marcar diferencias con la gestión local. La posibilidad de ser, al menos, dos integrantes les habilita la mesa en la discusión de presidentes de bloque, algo valorado dentro del cuerpo legislativo. ¿Habrá lugar para un tercero? Desde este espacio mencionamos a Juan Aicega, pero otras versiones también marcan charlas con el “maninista” Balut Tarifa Arenas, quien legó a su banca dentro de la lista de Pulti en el Frente Marplatense, pero rápidamente armó su propio unibloque.

La salida de Cinto, en tanto, fue oficializada el viernes por la noche. Era una versión que corría desde hace tiempo y de hecho el secretario de Modernización (cargo que le crearon para justificar su presencia en Mar del Plata) hacía tiempo que no se mostraba en la ciudad y cada vez parecía tener menos influencia. “La gestión está encaminada”, escribió el joven PRO en su carta de renuncia. Sin embargo, la realidad es que, según su parecer, la gestión está lejos de estar encaminada y con las actitudes del intendente será difícil que alguna vez logre estarlo.

¿Qué pasará con la función de un coordinador que había sido “sugerida” tanto por Provincia como por Nación? En un principio sonó el nombre de Aicega, el único concejal puro del PRO, que todavía se mantiene en la estructura del bloque oficialista (Agrupación Atlántica – PRO). No obstante, tanto desde su entorno como del de Arroyo desmintieron la posibilidad.

Lo cierto es que la mesa chica del jefe comunal no tomó la salida de Cinto como un gran problema. Consideran que su rol ya había perdido sentido y, a su vez, ya estaban cansados de algunos modos que no caían en gracia. “Nos vamos a arreglar, la idea es no volver a tener otro coordinador”, confiaron a este medio. Habrá que esperar para saber si la renuncia del joven funcionario tendrá repercusiones. Tanto en Provincia como en Nación lo consideraban un puente clave en la relación con el jefe comunal.

El último revés para el jefe comunal fue el triunfo de Mario Rodríguez en la interna radical. Detrás del concejal alfonsinista, se agruparon varios sectores que vienen planteando disidencias con Arroyo y su entorno desde hace tiempo. Baragiola fue dejada de lado en ese armado. Entonces, decidió poner el cuerpo y armar una lista propia, aun sabiendo que sus posibilidades eran escasas. A pesar de ser la figura más conocida del radicalismo marplatense, esta elección se definió por las estructuras partidarias y en ese contexto las chances de la secretaria de Desarrollo Social siempre fueron escasas. El domingo se produjo la lógica y el jefe comunal sumó otro dolor de cabeza en menos de 96 horas.

Todavía no se sabe qué repercusiones tendrá esta elección en la convivencia del bloque radical. Hay dirigentes que, aun cuando todavía no cumplió un año de gestión, piensan que la suerte de Arroyo está echada y buscarán despegarse lo más posible, sin que ello suponga romper con Mauricio Macri y, especialmente, María Eugenia Vidal. No es una tarea sencilla, porque hasta ahora ni el presidente ni la gobernadora le soltaron la mano al intendente. Pero harán lo posible y no se ahorrarán cuestionamientos para ello.

Con ese contexto desfavorable, Arroyo se plantó hoy ante los medios para exhibir los que él considera logros de su gestión. Habló de hechos históricos. Dijo que no reconoce las encuestas que trascienden y hablan de una fuerte caída de su imagen. Destacó que todos los días la gente se le acerca a hablarle con respeto. Habrá que esperar hasta el año que viene para saber si en las urnas la gente vota los cambios que el intendente cree haber iniciado o si las fugas y las críticas tenían sustento real.