River goleó a Unión y llegó a las semifinales de la Copa Argentina

La goleada de River 3 a 0 ante Unión está lejos de reflejar la realidad. River fue más, fundamentalmente, porque tuvo contundencia y aprovechó las distracciones de Unión en dos córners que le permitieron marcar al equipo de Marcelo Gallardo, que recién a partir del 2 a 0 pudo encontrar espacios y mostrar algo de fútbol. Hasta entonces, padeció la falta de Nacho Fernández y Andés D’Alessandro, perdió en las divididas y sufrió en el fondo. Sólo la falta de claridad de los santafesinos le permitió al “Millonario” atravesar esta instancia de la Copa Argentina sin agonía.

El gol llegó en la primera aproximación de River al arco de Unión. Al Pity Martínez (de lo más claro, aunque alternó buenas y malas) le quedó una pelota boyando sobre la izquierda, pateó y generó el córner. Él mismo lo ejecutó y Driussi anticipó a todos para meter de cabeza el 1 a 0.

El 1 a 0 de Driussi

Unión intentó responder también de pelota parada, pero sin muchas más ideas que le permitieran generar peligro.

A los 10, de la mano del desequilibrio del Pity Martínez, River tuvo el segundo: desborde, centro y de media vuelta Alario no pudo vencer al arquero Tatengue.

A partir de los 15, un buen trabajo en la recuperación de los volantes de Unión desnudó problemas en la contención de River: los volantes no hacían pié y la defensa sufría especialmente por el lado del ecuatoriano Mina, que rechazó todo lo que le pasó cerca, pero se mostró impreciso a la hora de salir. Tuvo varias aproximaciones aunque ninguna para dejar cara a cara a los delanteros con el arquero Millonario.

A partir de un pelotazo, a los 25, River volvió a complicar. Sánchez calculó mal el pique y cuando el delantero se relamía, el central la tocó con la mano y se ganó la amarilla, que bien podría haber sido expulsión.

Cuatro minutos más tarde, sin hacerse dueño del partido, el equipo de Gallardo casi anota el 2-0 a través de un córner del Pity que se cerró y obligó al arquero a cachetearla. Antes de los 40, otra vez con River desconectado por problemas entre Rossi y Ponzio, Unión se aproximó a través de un remate de media distancia de Gamba.

Para el segundo tiempo, Gallardo decidió sacar a un flojo Rossi y meter a Nicolás Domingo para equilibrar al equipo. No dio resultado: Unión arrancó con el dominio territorial y le robó la pelota a River. A los 8 tuvo la más clara con un remate bombeado de Rolle que casi se le mete por atrás a Batalla. Solo por fortuna, el balón dio en el travesaño y salió.

A los 12 un pelotazo encontró mal parado a River y al arquero con enormes dudas. Finalmente salió a cortar, tarde, pero el cabezazo desde la puerta del área no tuvo la suficiente potencia y Maidana llegó a despejar.

En la siguiente jugada, Maidana se lesionó y Gallardo tuvo que armar un rompecabezas con Ponzio como central y Arzura acompañando a Domingo en el medio. Ese cambio, imprevisto,  terminó de acomodar al equipo. Ponzio mejoró su rendimiento, pero sobre todo el exTigre le permitió al equipo Millonario recuperar la pelota y distribuirla mejor.

Y Arzura no solo mejoró la recuperación del equipo de Gallardo: a los 28’ en una jugada calcada a la del primer gol, el volante central se les escapó a todos y metió la pelota de cabeza.

El 2 a 0 de Arzura

Ese gol generó los espacios que River no había encontrado en todo el partido y a partir de allí mostró su mejor cara. En la última jugada del partido un desborde por derecha del paraguayo Driussi terminó en un centro al área para Pity Martínez que se tomó el tiempo para amagar y habilitar a Alario, que de cachetada sentenció el juego.

Con poco fútbol y mucho oportunismo, River dio un nuevo paso en la Copa Argentina y esperará ahora al ganador del cruce entre San Lorenzo y Gimnasia La Plata para conocer su rival en la semifinal.

El 3 a 0 de Alario