Arroyo busca retener al Colón: “No quiero 10 cuadras de cola por una comedia de moda”

A pocos días de terminar el 2016, el lugar en el que hace un año presentó a su primer gabinete terminó por convertirse en el nuevo dolor de cabeza de la gestión del intendente Arroyo. Los encargados del Club Español, propietarios legales del teatro Colón, le enviaron a la comuna una carta a principios de diciembre con un preaviso: si para el 31 de diciembre próximo el municipio no abona sus obligaciones, la sala les debe ser devuelta para el primer día hábil del 2017.

Este martes, en contacto con la prensa en su despacho, luego del anuncio de las confiterías Boston, Arroyo se sinceró: “Ruego poder llegar a un acuerdo. Me extrañó un poco toda esta situación, porque yo tuve una reunión con el presidente de la sociedad española en esta propia oficina, y habíamos acordado una política para tratar de cumplir con una cantidad de cosas que se vienen demorando desde hace años. Una de ellas es la reparación de una pared, que hace más de un mes comencé a tramitar con el Secretario de Planificación. El tema es que estamos en una situación económica compleja de por medio, tratando de generar los recursos”, se excusó de movida el jefe comunal.

Consultado por el monto de lo adeudado, Arroyo reconoció que “son alrededores de 10 meses” y de inmediato informó: “Este miércoles tenemos una reunión en la que vamos a plantear nuestra absoluta intención de continuar con ellos, de negociar con ellos y por supuesto, incluir un plan de pagos. Que tengan un poco de paciencia, que sepan entender. Ocurre que a mí se me suman más cuestiones y la cantidad de recursos es finita. Venimos muy jaqueados, hay deudas atrasadas, alquileres a los que hay que darles una respuesta”, entendió el titular del Ejecutivo.

En esa línea, el intendente resaltó lo que pretende para la histórica casa teatral marplatense: “Le dije al director del Colón que utilice el lugar para la orquesta sinfónica y para la banda municipal de tango, que se le dé prioridad a todas las manifestaciones artísticas locales. Mi gestión no tiene ningún interés de traer explotaciones de tipo comercial para las cuales abundan otros teatros. No quiero ver una cola de 10 cuadras de desesperados por ver una comedia de moda, porque prefiero que se utilice para temas culturales de origen marplatense, aunque sean de menor despliegue económico”, insistió.

Respecto al futuro inmediato, ante la posibilidad de perder la sala, Arroyo objetó: “No se puede reemplazar al teatro Colón, no hay otro lugar ni parecido. Tiene tradición y eso no tiene precio. El plan B sería el día de mañana construir algo en otro lado, pero no hay nada que yo pueda hacer para reemplazar a este teatro. Si tuviera dinero para comprar otra sala, que podría ser muy moderna, tampoco sería lo mismo, porque en ese teatro hay mucha historia”.