Peligra la Capital Nacional del Pullover ante la posible apertura de importaciones

La Cámara Textil de Mar del Plata se reunió con los Defensores del Pueblo de General Pueyrredon para expresar su preocupación ante la posibilidad de la indiscriminada apertura de las importaciones de productos textiles.

28 de Febrero de 2016 18:32

Por Redacción 0223

PARA 0223

El Defensor del Pueblo Fernando Rizzi efectuó una visita a la Cámara Textil de Mar del Plata, donde fue recibido por su presidente María de los Angeles Liberati, su secretaria, Liliana Sánchez y su protesorero Martín Travesino.

Junto a sus colegas Fernando Cuesta y Walter Rodríguez, Rizzi escuchó las preocupaciones de la entidad ante la posibilidad de una apertura indiscriminada de las importaciones de productos textiles.

La dependencia municipal emitió un comunicado en el que solicita al Ministerio de Producción de la nación que los rubros vinculados a tejidos e indumentaria se mantengan con licencias de importación no automáticasAdemás, pidieron que las mismas autoridades reciban a la Cámara Textil de Mar del Plata para que la entidad comercial pueda formular sus planteos, inquietudes y propuestas en forma personal.

En su misiva de prensa, Rizzi expresó: “De producirse una liberación de las importaciones causaría serios perjuicios por el ingreso de pulóveres de países con mano de obra esclava, a precio vil, como también perjudicaba anteriormente el cierre casi absoluto, que ni siquiera les permitía importar las máquinas y los repuestos para confeccionar las prendas”.

En diciembre, el ministro de Producción Francisco Cabrera, anunció el fin de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación y habló de lanzar licencias automáticas de importación para 18.000 de las 19.000 posiciones arancelarias que contabiliza el país. Para las otras 1.000 habrá licencias no automáticas, es decir que precisan autorización del Poder Ejecutivo, con el objetivo de proteger el empleo.

Dentro de esos últimos rubros aparece el sector textil. La mitad de esas 1.000 se reservarían para la industria. El sector del suéter necesita unas 20, suficientes para que se lo proteja. La indumentaria, por su parte, requiere otras 200 posiciones más.

Con la protección de las licencias no automáticas, el sector llegó a albergar en mejores momentos entre 3.000 y 4.000 empleos directos, unos 200 emprendimientos de fabricación de suéteres y se confeccionaban unos 4 millones de suéteres por año.

En ese sentido, Rizzi concluyó: “Los años 90 fueron años de fuerte caída para el sector textil. El ingreso indiscriminado de productos baratos del exterior hizo desaparecer fábricas enteras. En esos años, las empresas locales no podían competir. Lo señalado demuestra la sensibilidad y cuidado con que se debe tratar la política aduanera con relación a una industria fundamental para Mar del Plata como es la textil, donde el quiebre del equilibrio puede generar fábricas cerradas y cientos de pérdidas de puestos de trabajo” señaló Rizzi.

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