Sociedades de Fomento: “No le podemos seguir pidiendo dinero a los vecinos”

La precaria situación financiera del municipio repercute con intensidad en los barrios en los últimos largos meses. Semana a semana se suman diversos reclamos desde cualquier lugar geográfico de General Pueyrredon con voces que piden por el dinero de las arcas comunales para poder mantener plazas, calles y asistencias educativas y culturales para los vecinos. Ya sea del norte, del sur, o bien del oeste, la catarata de solicitudes no cesa en todo el distrito. 

Luego de la reunión que este lunes mantuvieron algunos concejales con diferentes vecinalistas, Mario Niella, representante de la Sociedad de Fomento del barrio Estrada, dialogó con 0223 sobre la realidad que se vive en su jurisdicción. “Como sucede en la mayoría de las entidades, nosotros tenemos una deuda de ocho meses. Los atrasos comenzaron con la administración anterior, pero durante esta gestión sólo recibimos un pago, en enero, y resultó algo parcial” detalló.

“Nos empezaron a buscar la vuelta con el tema de presentar algunos papeles, que nosotros entendimos que era para dilatar. Ahora nos dicen que no hay dinero, que hay que esperar, pero la espera se está haciendo cada vez más difícil”, expresó el vecinalista.

“La máxima preocupación que tenemos es la de los empleados. Hay un vínculo con un tractorista al que le estamos debiendo los sueldos de febrero y marzo. Enero se lo pagamos entre los miembros de la comisión directiva. Y ahora más que recuperar el dinero que invertimos, lo que queremos es poder seguir. Pero no le podemos seguir pidiendo dinero a los vecinos de buena voluntad”, razonó Niella.

Consultado por los problemas que genera la falta del giro de los fondos municipales, el dirigente contó: “Principalmente lo que se dejó de hacer es cortar el pasto en los terrenos baldíos. Gracias a la predisposición del tractorista mantenemos los pastos de las tres plazas que hay en el barrio. Hemos tenido que reducir el resto de las tareas. Ni queremos pensar si se rompe alguna maquinaria”, lanzó.

En relación al futuro, Niella describió: “Lo más grave es la consecuencia que esto va a traer. No se están pagando las cargas sociales, la Afip ante las deudas algo nos va a reclamar y nos puede cancelar la cuenta bancaria. Hasta podemos sufrir un revés judicial por no pagar salarios. Y el único bien que tenemos para responder es el de nuestra sede social. Si nos sacan eso, significaría el fin de nuestra asociación vecinal”, concluyó el referente barrial.